El apuñalamiento de un enfermero este lunes en el Chuac hizo saltar las alarmas de seguridad y generó la enérgica condena del sector, que reclama una mayor protección para evitar este tipo de violencia que, aseguran, no es puntual. En este caso, el agresor era un paciente de salud mental que había sido trasladado a Urgencias por el 061, aunque la unidad de hospitalización psquiátrica está ubicada en el Hospital Marítimo de Oza. Este caso abre ahora un debate sobre dónde y quién debería atender a este tipo de enfermos.
El procedimiento ante cualquier tipo de ingreso obliga al paciente a pasar sí o sí por Urgencias. “Está así protocolarizado para descartar una organicidad antes de que sea algo propio de la patología que ellos padecen”, explica Paula Caínzos, enfermera del Chuac.
Un paciente psiquiátrico, por tanto, no puede acudir directamente a Oza, a pesar de que la Unidad de Hospitalización de Agudos se encuentre allí. Deben pasar antes por Urgencias, donde se les evalúa y, en caso de que los profesionales lo consideren necesario, lo derivan a la especialización que se requiera.
Los sanitarios de Urgencias no son personal especializado en este tipo de patologías. La presidenta de la Comisión de Centro del Chuac, María Formoso, vuelve a hacer alusión a Oza como el lugar donde se encuentran los profesionales que sí están “preparados” para atender a pacientes de salud mental.
“Consideramos que deberían estar en Oza. No sabemos cómo se tendría que hacer la gestión, pero aquí no estamos preparados”, asegura también la enfermera Paula Caínzos.
“Las profesionales no pueden trabajar en condiciones de salud ni para ellas mismas ni para los propios pacientes que atienden. Esto se agrava porque, al no disponer de camas, los pacientes de salud mental que ingresan pueden echar hasta seis días en el servicio de Urgencias sin ser atendidos por los profesionales adecuados”, asegura Formoso.
El Chuac, por su parte, ya ha puesto en marcha medidas para evitar que este tipo de situaciones se vuelvan a repetir. Tras una reunión de urgencia del comité de seguridad, se han revisado los protocolos y se ha consensuado con el Servicio de Urgencias el refuerzo de la presencia de guardias en estas áreas.
También se ha iniciado el informe de los técnicos de prevención de riesgos laborales y se ofreció apoyo psicológico al personal del servicio de Urgencias, así como asesoramiento legal. Estas medidas buscan, según el Chuac, “reducir al máximo las posibilidades de que se produzcan incidentes similares y maximizar la seguridad de nuestros profesionales y usuarios”.