Podría decirse que el Barrio de las Flores tiene una actitud de lo más gallega respecto al proyecto de construcción de un ascensor en la calle Azucenas. Sin embargo, la realidad es que muchos vecinos en verdad se bajan del elevador y lo hacen con un cabreo considerable. Lejos de aplaudir el anuncio realizado por el Gobierno municipal, la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores se hace eco de lo que considera un descontento extendido y una negociación que no ha tenido en cuenta a los llamados a beneficiarse de la misma.
Caluxa Barrientos, presidenta de una de las dos agrupaciones de representación de residentes, cree que la ausencia de su colectivo en la reunión entre el Ayuntamiento y la Plataforma Vecinal, interlocutor en este caso en las conversaciones con la administración, es un asunto grave. “No consideramos que reunirse con la Plataforma Vecinal e invitar a ocho vecinos sea tener en cuenta al barrio. Lo hicieron en el local que el propio Ayuntamiento tiene en la calle Camelias y sin tener visibilidad para el resto”, lamenta Barrientos.
El descontento de la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores ha provocado una rápida movilización entre un colectivo con una gran tendencia a la acción. En las próximas horas dejarán constancia de su sentir vía administrativa, hasta incluso saturar el procedimiento burocrático digital: cada vecino presentará por escrito y a través del portal correspondiente su negativa o rechazo a la construcción del ascensor. Asegura la presidenta de la asociación que serán decenas o incluso más de un centenar los que se opongan. “Queremos que sepan que no estamos de acuerdo con lo que nueve vecinos deciden por nosotros. Ellos solos no representan al barrio”, advierte.
Si les hubieran preguntado, los miembros de la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores aseguran que habrían rechazado el proyecto y aportado una alternativa: la instalación de pasarelas y rampas. Creen que la mecánica y la electrónica han quedado en evidencia en otros puntos de la ciudad. “Lo que queremos es que el barrio sea accesible, pero con rampas, no con ascensores. Sabemos perfectamente los problemas que dan este tipo de instalaciones”, subraya Caluxa Barrientos. “Con el dinero que se van a gastar en eso, o que quieren gastar, creemos que podrían asfaltar todo el barrio”, finaliza.
El proyecto del Ayuntamiento se encuentra dentro del Plan Director de Rehabilitación Integrada y tendrá una inversión de más de un millón de euros. También mejorará los espacios públicos.