Nunca es fácil aparcar en A Coruña, pero hacerlo de forma irregular es un deporte de riesgo. Por lo menos, para el bolsillo: las estadísticas municipal señalan que durante el año pasado crecieron un 20% las multas relacionadas con el estacionamiento, pasando de 14.416 a 17.756.
Una de las causas más habituales es aparcar en doble fila y sin conductor, tipología que se ha disparado en un solo año, pasando de 277 en 2022 a 671 en el anterior ejercicio, lo que apunta a un mayor rigor en lo que respecta a los agentes de Disciplina Vial. También los de doble fila a secas (es decir, con conductor), experimentaron un incremento de cien casos más, pasando de 573 a 672, pero el grueso del aumento se encuentra en los conductores que decidieron aparcar en el carril de circulación.
Puede que lo hicieran en una calle sin mucho tráfico o que fuera tan solo un instante, con la intención de hacer un recado, pero el caso es que estas denuncias se han multiplicado de forma exponencial, pasando de 296 a 2.559 en solo un año. Otro caso que se ha disparado de forma notable es el de carga y descarga. El 092 ha sido mucho más duro el año pasado, cuando sancionó en 2.535 por ocupar la zona rayada de manera indebida, mientras que el año anterior, 2022, solo había tramitado 467 multas por este motivo. Especialmente castigado fue aparcar durante más de 30 minutos en carga y descarga: solo siete en 2022 y 1.872 en 2023, lo que prueba hasta qué punto están vigilantes los policías.
Por el contrario, hay otras sanciones que se desplomaron, como por no respetar la señalización de estacionamiento prohibido, que pasaron de 4.216 a 99 en un año, o la de estacionar sobre aceras y calles y peatonales, que bajaron en casi un millar. Pero la sensación general que dejan estas cifras es de un rigor creciente para fomentar el buen uso del poco espacio disponible.