Entre las particularidades y condicionantes de vivir en la periferia ya no solamente están el transporte, el déficit de servicios que en otros lugares se dan por supuestos o simplemente la distancia respecto al epicentro de la vida social. De un tiempo a esta parte los vecinos de Novo Mesoiro han visto cómo algo tan básico como el suministro de agua no solamente es deficiente, sino en ocasiones incluso intermitente o inexistente. Así se lo hacen saber tanto a Emalcsa como a la alcaldesa en un comunicado abierto y dirigido a ambas partes.
En el mismo, la asociación vecinal su “profunda preocupación por la situación actual del suministro de agua” en su comunidad, algo que achacan a la falta de presión. “No es simplemente una molestia, sino un problema que afecta a la calidad de vida”, recuerdan. Entre los problemas derivados de esa falta de presión describen situaciones del día a día impensables en plena metrópolis del año 2024.
La falta de agua durante las noches, en uno de esos llamados ‘barrios obreros’ se convierte en un quebradero de cabeza para los muchos vecinos que regresan a casa a última hora. “Se quedan sin agua por completo durante las horas nocturnas, lo que afecta a sus actividades diarias, como la ducha”, lamentan. Además, también apuntan a la falta de agua caliente. “En momentos clave del día, la presión inadecuada en las calderas impide que tengamos agua caliente, con la frustración de no poder lavar los platos o ducharse”, relatan los residentes.
“Se quedan sin agua por completo durante las horas nocturnas, lo que afecta a sus actividades diarias, como la ducha”
Finalmente, la problemática, según exponen en su comunicación los vecinos, se recrudece en aquellos pisos de mayor altura. Es habitual en el barrio ver bloques de nueve o diez alturas, por lo que se trata de un porcentaje importante de residentes.
Subrayan la asociación vecinal el elevado número de comunicaciones e informes al respecto remitidos a Emalcsa, a la que instan a poner solución a unos problemas que afectan a situaciones básicas del día a día.
Fuentes municipales, por su parte, achacan el problema a la máquina encargada de controlar la presión del agua procedente de la traída. “Para dar suministro al barrio disponemos de una reductora de presión, un sistema que se emplea para reducir la presión de la traída principal, que es muy elevada. Ayer falló esa maquinaria pero ayer quedó solucionado el problema. Se ha vuelto a revisar, y si vuelve a surgir algún problema se cambiará esa maquinaria”, matizan.