Una de las principales arterias económicas, comerciales y sociales de la ciudad, Juan Flórez, cambia la percepción y la valoración de la calidad de vida cuando se pregunta sobre la misma a los residentes. Según Fredi Camarero, presidente de la asociación vecinal, no es oro todo lo que reluce en la zona y las carencias ejercen de contrapeso a las atractivas y céntricas viviendas. “Para el que vive en Juan Flórez no es todo tan idílico como pudiera parecer, vienen muchísimos visitantes todos los días y no todo es de color de rosa”, confiesa. “Somos los que más contribución pagamos”, añade como uno de los ejemplos de lo que considera un agravio comparativo respecto a otras zonas.
Desde que asumiera y reorganizase la asociación vecinal, Camarero ha abogado porque Juan Flórez tenga la consideración de barrio en una situación que pueda considerarse, a su juicio, de igual a igual respecto a sus semejantes. “Preferiríamos que todos los barrios fuésemos iguales”, subraya. “Por un lado, en cuestión de movilidad, lo tenemos todo a mano, pero otra parte tener un vehículo es un problema, por la falta de aparcamientos y el precio de los garajes”, prosigue el dirigente vecinal.
Del mismo modo que muchos residentes en la periferia miran a Juan Flórez como paradigma de comodidad desde el centro se mira hacia fuera con cierta envidia, por extraño que resulte a la percepción general, por disfrutar de ciertas facilidades en lo que a servicios públicos se refiere. “Tenemos San José, pero carecemos de centro cívico, mientras que la biblioteca de Durán Loriga se nos queda pequeña”, lamenta el presidente de los vecinos. “Tenemos que salir a otros barrios para disfrutar de los servicios municipales y el transporte público está muy bien, pero también consideramos que hay que darle una vuelta al concepto de movilidad”, continúa Camarero, que también recuerda la falta de “centros de salud modernos o centros deportivos”.
También en esa relación entre la periferia y el centro encuentran los vecinos de Juan Flórez otra crítica al modelo de movilidad. Y es que apuntan a que el gran número de comercios y locales de hostelería provoca que exista una amplia población flotante en el barrio, y que ésta encuentre importantes deficiencias a la hora de regresar a casa o simplemene para poder encontrar un estacionamiento: “El visitante de fuera, si viene a trabajar, o paga por hacerlo o no puede aparcar su coche. Está el caso de los trabajadores de hostele´ria que salen a la una de la mañana y no tienen cómo poder regresar a casa”. Los vecinos de Juan Flórez también se quejan .