El acuerdo alcanzado entre los letrados judiciales y el Ministerio de Justicia pone fin a una huelga que se ha prolongado durante dos meses, mucho más de lo que nadie habría podido adivinar. Aunque la huelga ha acabado, también ha dejado el servicio común de registro y reparto de A Coruña abarrotado de documentos. Los letrados judiciales advierten de que, en las actuales condiciones, no se podrá recuperar la normalidad hasta finales de año como muy pronto: existen 8.000 demandas y 35.000 escritos pendientes de trámite.
Existen 58 letrados en el partido judicial de A Coruña. Fernando Santiso, portavoz de este colectivo, señala que la pronta vuelta a la normalidad depende que el Ministerio de Justicia ponga en práctica un plan de refuerzo, que consistiría en contratar más personal o, más probablemente, en el pago de horas extra. Esta última es más práctica porque permite contar con funcionarios expertos en los procedimientos.
Si el Ministerio no establece un plan, sería entonces cuando se dilataría la recuperación, advierte Santiso: “Es muy fácil de parar la maquinaria al 100%, pero el engranaje para volver a funcionar y coger la velocidad lleva un tiempo: Hay que sacar resoluciones, notificaciones, citaciones...”, tener los procedimientos en trámite lleva unos meses”.
Además, hay que tener en cuenta que no todos los juzgados se van a recuperar al mismo tiempo. Tampoco estaban en la misma situación de partida de antes de la huelga.
En cuanto a los letrados, consideran que su victoria (recibirán 430 euros al mes en Galicia) es “agridulce”. “Había reclamaciones económicas, pero también las había estatuarias, y esas quedan para el futuro. Fueron dos meses de lucha y de cansancio, pero ahora toca volver”, declaró Santiso. Su colectivo recuerda que llevaban tiempo asumiendo tareas impropias sin la compensación adecuada y ahora se sienten reivindicados
“Sientes un alivio que se acabe una huelga de esas características. Ha hecho un daño terrible a la prestación de un servicio tan fundamental como es la prestación de justicia. No le ha hecho bien a nadie, no a los propios trabajadores”, declaró Augusto Pérez Cepeda, decano del Colegio de Abogados que añade que “este asunto ha sido llevado con los pies”, sin tener en cuenta a su colectivo.
“La normalidad ya es retraso, y ahora se va a retrasar el retraso–dice Pérez, que se reconoce molesto– Que pongan refuerzos y que se haga en serio una justicia del siglo XXI”.