Quince meses después de que los primeros pasos al frente para la llegada de una macrodiscoteca de 6.000 metros cuadrados sorprendiese a clientes potenciales y hosteleros, el proyecto sigue muy vivo y buscando el mejor acomodo posible para lo que pretende ser un cambio de rumbo en la oferta de ocio nocturno. Sin embargo, es precisamente eso, la ubicación, el mayor quebradero de cabeza para el el grupo inversor. Descartado el muelle de Oza, la primera idea con la que se trabajó, las negociaciones estuvieron a punto de llegar a buen puerto con la propiedad de los desaparecidos cines del Los Rosales, aunque finalmente la posturas se distanciaron y es ya una opción más que remota.
Los alrededores de Marineda City, donde existen varias naves atractivas, cobran ahora fuerza por reunir alguna de las condiciones sine qua non que comparten tanto los inversores como la futura gerencia: apartado del centro, sin incidencia vecinal y con una óptima conexión a través del transporte público.
Fuentes de la negociación trabajan ahora sin una fecha de apertura en el horizonte, pero con la seguridad de que A Coruña disfrutará de su macrodiscoteca más pronto que tarde. “Sigue todo muy vivo”, advierten. “Dábamos por hecho que sería en los cines de Los Rosales, donde se inició un proceso de acercamiento y estuvo muy cerca el acuerdo después de una intensa negociación”, añaden respecto a una alternativa que contó incluso con una consulta vinculante a la que el Ayuntamiento respondió de forma favorable. “Teníamos el visto bueno, porque son los primeros a los que interesa sacar del centro urbano el ocio y quitarse de encima las molestias vecinales”, subrayan desde la gerencia. El Ideal Gallego ha tenido acceso a ese informe vinculante, en el que se concluye: “A la consulta planteada en virtud de lo narrado en los antecedentes, sobre si pueden implantar un beach club con club de fumadores en la ubicación propuesta la respuesta es un rotundo sí”.
La alternativa de Marineda City y su entorno cobra fuerza en los planes del grupo inversor, que en cierta manera pretende hacer también de la discoteca un área comercial en sí. “Es una de las opciones que se está barajando, porque no se trata de montar una discoteca en sí, sino una especie de mercado de San Miguel, con ocho o nueve locales de diferente perfil dentro del complejo: música, propuesta de compras y gastronomía. Una economía circular basada en la hostelería”, advierten. De hecho, aunque guardan con celo el secreto, sí dejan entrever que habrá un significativo movimiento del ocio de la zona centro. “Los locales de ocio adheridos son establecimientos que tienen presencia importante en el caso urbano y que desean cambiar su sede en busca de confort en el trabajo y paz social con los vecinos”, subrayan.
No es la primera vez que el entorno de Marineda City y A Grela atraen el interés de empresarios del ocio nocturno. El desaparecido Dolce Vita, futuro Breogán Park ya fue planteado como espacio para crear un centro temático basado en la noche, aunque finalmente no cuajó. A pesar de haber variado la ubicación el proyecto que llegará a la ciudad mantiene intactas sus cifras y su forma: 6.000 metros cuadrados de superficie aproximada, unos 2.000 de aparcamiento, y distintas zonas temáticas con un enfoque horario a la europea y posiblemente un solo día de apertura. La ingeniería que requiere la piscina es ahora la preocupación.