La primera Nochebuena libre de restricciones evidenció las ganas de celebración por parte de muchos coruñeses. La estampa de áreas comerciales a rebosar y atascos kilométricos tuvo continuidad en las diferentes zonas de ocio a partir de la medianoche. Si la tendencia de los últimos años previos a la pandemia había dejado patente que la víspera de Navidad se instalaba en el calendario como día grande, los tres años de espera y la ampliación de horario de la que goza el sector hasta enero fueron la cuadratura del círculo.
A falta de datos de recaudación, la sensación entre los empresarios del ocio nocturno es satisfactoria, hasta el punto de equiparar la Nochebuena a las Fiestas de María Pita. “La noche fue muy buena, a niveles de agosto”, asegura Luis Diz, presidente de Galicia de Noite y gerente de los locales de la zona del puerto, así como Andén y Playa Club. La única particularidad de la noche es que el carácter familiar de la velada provocó que los establecimientos empezasen a llenarse pasadas las 03.00 horas.
Sin embargo, el hecho de que la llegada a los pubs fuera más tardía de lo habitual también provocó que a la hora del cierre de los mismos, entre las 06.30 y las 08.00 horas, el aforo estuviese completo en muchos casos. El nuevo horario ampliado se estrenó el pasado jueves 22 para hostelería y ocio nocturno y fue aplaudido públicamente por ambos sectores, en lo que supone una repetición de la pionera medida desde María Pita. Estará en vigor hasta el próximo 8 de enero y, de mantenerse la tendencia y cumplirse la previsión, repercutirá en unos ingresos récord.