La propuesta de los vecinos del Orzán a la Xunta de reducir los horarios de apertura de pubs y discotecas, así como concentrar la oferta en zonas apartadas del núcleo urbano no solamente ha despertado una ola de indignación entre empresarios, trabajadores y clientes, sino también una sensación de apestados cuya actividad debe llevarse a cabo prácticamente a escondidas y de forma bunkerizada.
En clave autonómica como presidente de la asociación Galicia de Noite, pero también desde la fuerte vinculación con A Coruña, Luis Diz califica de “barbaridad” el punto de partida de los vecinos del Orzán, en coalición con representantes de otras ciudades gallegas. Y es que el empresario de la noche está harto de que se estigmatice el ocio y se relacione la diversión con incidentes. “Ya no solamente tiene que ver con los ingresos o puestos de trabajo que genera, sino que también deben verse las cosas desde otro punto de vista: el ocio nocturno no es sinónimo de salvajismo”, advierte. “Los que incumplan la normativa que los cierren, pero dejemos de criminalizar el sector. Ya es suficiente”, añade.
Diz cree que cualquier tipo de modificación o restricción representaría una ilegalidad y privar a un establecimiento de lo que permite su licencia. “No puedes quitarle el horario a un negocio que tiene una licencia acorde a la ley”, subraya. “Si la gente hace ruido en la calle es un tema de seguridad ciudadana y civismo, pero no puedes quitarle el horario a un negocio que tiene una licencia acorde a la ley”, prosigue.
La Asociación Para la Defensa e Igualdad de la Hostelería tiene entre sus socios a muchos locales del ocio nocturno. Su portavoz, Xexu López Balado, va más allá a la hora de valorar la postura vecinal. “Son cuatro especuladores que quieren defender sus negocios inmobiliarios”, denuncia el letrado que, además, recuerda que de llevarse a cabo la propuesta el ocio nocturno tendría que cerrar antes que la restauración. “Es surrealista y ridículo, podría cenar una hamburguesa, pero no tomarme una copa”, dice.
Balado, además, habla de la falta de efectivos de la Policía Local y pide sanciones ejemplarizantes a los ciudadanos que no se comporten con normalidad.