El primer pleno del nuevo curso político en A Coruña comenzó con 16 minutos de silencio en memoria de las 16 víctimas de violencia machista que ha habido desde la anterior sesión. Tras este inicio, el pleno logró consenso en la parte resolutiva, en la que los cinco asuntos de la orden del día fueron aprobados. La corporación dio luz verde a una modificación del anexo de inversiones en los presupuestos para este 2024, una medida que, tal y como avanzó el portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas, permitirá licitar las obras de reurbanización de los Cantones antes de que finalice este año.
“Esta obra será la fase cero de la nueva fachada marítima, apostando por espacios pensados para la ciudadanía, siendo la punta de lanza de un proyecto muy relevante para poder hacer definitivo aquello que comenzó en la pandemia, y que todos los ciudadanos valoraron positivamente: incremento y mejora de los espacios peatonales entre la Autoridad Portuaria y la plaza de Mina”, sostuvo Lage. Esta modificación, recalcó, no supone ningún incremento en los importes de la financiación prevista, que es de ocho millones.
Por otra parte, se aprobaron los modificados de crédito que permitirán apoyar al Básquet Coruña en su temporada en la máxima categoría del baloncesto español (250.000 euros). También se destinan 50.000 euros a la Asociación de Clubes de Traineras para a organización de competiciones en la ciudad y otros 10.000 euros para APEM para apoyar a la entidad con los caballitos de Méndez Núñez.
El momento más crítico del pleno llegó con la moción del BNG para instar al Ayuntamiento a suspender el convenio urbanístico de As Xubias, en fase inicial. La oposición ya lo había anunciado, pero ayer se cumplió: la oposición, PP y BNG, votaron a favor del rechazo al acuerdo con el fondo de inversión Ginkgo Advisor para construir viviendas en este entorno. El asunto fue llevado ante la corporación municipal a través de una moción de los nacionalistas enmendada y apoyada por los populares, por lo que la propuesta salió adelante pese al voto en contra del PSOE, que había presentado una enmienda en la que se eliminaba la suspensión del convenio. Los motivos, señala la oposición, es la falta de información y transparencia tanto a los grupos de la corporación como a los vecinos de As Xubias. La moción del BNG reclamaba la tramitación del borrador de la modificación puntual del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en la zona, anunciada por el Gobierno local en 2022 y que nunca se llegó a aprobar. Para el grupo municipal del BNG, el convenio aprobado “só persegue beneficiar os intereses privados de Ginkgo”.
El actual PXOM, de 2013, permite levantar 633 viviendas desde la playa de Oza hasta A Pasaxe, pero el cambio permitiría reducirlas a 241, reduciendo la edificabilidad del fondo de inversión. La edil del BNG, Avia Veira, explicó que “Inés Rey falaba de vivienda asequible, pero nada disto se menciona no convenio; nin obrigas, nin porcentaxes”. Aseguró, además, que el Gobierno local no es claro con el respeto a la modificación puntual del PXOM. “O que se fai é excluir os terreos desde fondo da modificación. O goberno renuncia a deseñar unha fachada marítima e renuncia a ser goberno”, aseveró. El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, expuso el “silencio cómplice” del BNG sobre este asunto. A los socialistas los acusó de opacidad y falta de diálogo. “Han pactado con un fondo de inversión extranjera, que no es una ONG, que viene a hacer negocio en As Xubias”, dijo, mientras pidió explicaciones.
El portavoz municipal defendió la tramitación del convenio “con información al público”, que acepta la presentación de alegaciones y avanzó que se abrirá “un marco de diálogo para resolver dudas”. Insistió en que se desterrará “cualquier tipo de duda sobre cualquier movimiento especulativo”. El también concejal de Economía acusó a Lorenzo de haber aprobado la edificabilidad actual para As Xubias y adelantó que el convenio permitirá incorporar vivienda de protección, un “20% de entrada” sin coste para el Ayuntamiento.
A la segunda va la vencida. El camino para que las vías del polígono de Pocomaco pasen a ser de propiedad municipal en unos años ha quedado despejado tras haberse frustrado, en el pleno de mayo, la aprobación de la adenda al convenio con los propietarios del polígono para su cesión. Este jueves, con el cambio de postura del BNG, sí ha sido posible. Así, la corporación municipal aprobó, con el apoyo del PSOE y de los nacionalistas y la abstención del PP, el texto, que recoge la inversión de 3,5 millones de euros, de los que el Consistorio aportará uno.
Lage Tuñas señaló que “o compromiso da alcaldesa foi regularizar o polígono e hoxe imos dar un paso adiante”. El polígono de Pocomaco lleva casi 50 años esperando su regularización, pero primero tenía que aprobarse el coste de las reformas que tendrán que acometer los dueños de las parcelas (los comuneros), que se traducen en esos 3,5 millones de euros. El BNG consideraba en mayo, cuando se abstuvo, que la tramitación había sido precipitada. Ahora, explicó la edila Avia Veira, hay cuestiones “que se resolveron na tramitación do expediente”, de ahí su apoyo a la adenda.
Los populares denuncian que el informe del estado de los viales “no dice nada”, indicó el concejal Antonio Deus. “La redacción del expediente fue realizado sin diálogo, fue más una imposición”, añadió, antes de anunciar la abstención de su grupo.
Los cruces de acusaciones marcaron la segunda mitad del pleno. Tanto que la alcaldesa, Inés Rey, concluyó con una reflexión: “Podemos elegir entre política o espectáculo”. El intercambio de acusaciones fue continuo, iniciado, sobre todo, por la bancada de los populares. Las duras descalificaciones lanzadas por los concejales Roberto Rodríguez y Carlos San Claudio tuvieron claros protagonistas: Inés Rey, José Manuel Lage Tuñas y Gonzalo Castro. El debate de los modificados de crédito para pagar facturas del ejercicio anterior hizo que Rodríguez acusase a los dos concejales socialistas de estar inmersos en una “chapuza” estructural en su gestión. “Son el Manolo y Benito de la Administración”, dijo.
El popular, además, acusó a Lage Tuñas de no tener “ética”, a lo que este respondió indicando: “Estoy muy tranquilo. No sé si usted puede estar tan tranquilo”. La tensión siguió en aumento y el portavoz municipal llamó varias veces “sinvergüenza” a Rodríguez, al que le acusó de “enmierdar” y llevar a cabo un “ataque permanente” contra él.
La regidora, que no suele intervenir en los plenos, terminó la sesión con semblante serio asegurando que deberían “reflexionar hacia dónde van los debates. No se pueden tratar temas ajenos, de carácter personal, faltar al respeto. No es lo que merece la ciudad”.