La educación como mejor método de prevención contra la lgtbifobia. Alrededor de esa premisa giró una nueva y multitudinaria marcha del Orgullo en A Coruña. Secundada por unas 1.500 personas y otras tantas historias a erradicar de cara al futuro, la gran serpiente multicolor y multibandera marchó entre la plaza de Ourense y la plaza de María Pita, donde finalmente se realizó la lectura del manifiesto por parte de las asociaciones convocantes: Alas Coruña, Arelas, Casco y Corufest.
El mayor logro que ha conseguido el Orgullo como día de celebración, además de la concienciación, es en buena medida la transversalidad. Personas de todas las edades compartieron reivindicación, pancarta y cánticos, la mayoría con rimas y en clave desenfadada. Como habitualmente, a pesar de que la convocatoria se había realizado para las 19.30 horas, no fue hasta las 20.07 cuando se puso en marcha. Entremedias, la Policía Local dejó un tiempo prudencial para la organización de unos, pero también para que aquellos que regresaban a casa tuviesen tiempo para evitar el corte de tráfico.
Al contrario que en los actos de carácter político, aunque en este caso también se realizaron proclamas contra las políticas, especialmente de Vox, la diversidad de pancartas no era sinónimo de discrepancia. Además, la manifestación de A Coruña tuvo la particularidad en esta ocasión de incluir en primera línea a colectivos tan diferentes como profesores, estudiantes, refugiados de Costa de Marfil o rusos, dos países en los que pasear las siglas y amar a quien te dé la gana no es tan sencillo. ‘Educación, derechos y paz: Orgullo que transforma’, fue el lema tras el que se unió una comitiva diversa en los sentidos más estrictos de la expresión.
También hubo un emotivo recuerdo en varias ocasiones para Samuel Luiz, asesinado en 2021 y cuyo juicio empezará el próximo mes de octubre.
Después de tres cuartos de hora de caminata hacia María Pita, y frente al palacio municipal, comenzó la lectura del manifiesto reivindicativo por parte de las asociaciones convocantes de la marcha. “Queremos reivindicar la importancia de la educación en nuestra sociedad como herramienta fundamental para combatir el odio contra la diversidad”, aseguraba el escrito público. “En un contexto marcado por la violencia internacional, los discursos de odio y la involución de los derechos humanos, alzamos la voz por una educación verdaderamente inclusiva”, añade. En ese sentido pide la eliminación del pin parental y la formación en diversidad dentro de la comunidad educativa, además de un trabajo más a fondo desde los diversos centros de todo el territorio nacional.
Con anterioridad a la marcha habían sido muchas las muestras de solidaridad y compromiso con la causa, tanto desde la subdelegación del Gobierno como el Ayuntamiento o la Diputación de A Coruña..