Ha fallecido Paco Camino, uno de los mejores toreros de las últimas décadas del pasado siglo y posiblemente el mejor discípulo del maestro Antonio Ordóñez.
Pocos coruñeses saben que Paco Camino, con quien tuve una cordial amistad, está intensamente ligado a nuestra ciudad, ya que fue el inspirador de la construcción del Coliseum.
Con ocasión de un viaje oficial a Estados Unidos, en mi condición de Alcalde de La Coruña e invitado por la Secretaría de Estado, entre otras ciudades visité Houston, en Tejas, pues me interesaba conocer la infraestructura hospitalaria de esa ciudad, ya que después de haber conseguido gracias a Alfonso Guerra la inauguración del Materno-Infantil y haber reconvertido el Hospital Municipal de Labaca en un moderno centro oncológico, consideraba que nuestra ciudad, con su importante red de hospitales públicos y privados y con los cualificados profesionales que en ellos trabajaban, podía convertirse en un referente de calidad sanitaria.
Durante mi estancia el alcalde de Houston me invitó a conocer el ‘Astrodome’, un gran estadio cubierto, útil para muy distintos espectáculos y con un aforo de casi 60.000 espectadores. Reconozco que quedé asombrado y al momento ya pensaba en como podíamos en La Coruña lograr tener una instalación similar.
Para mi sorpresa, el alcalde me comentó que incluso se había hecho una corrida de toros, aunque sin matar a los astados. Al preguntar quienes habían sido los toreros, me dieron el nombre de Paco Camino, información que ya puso toda mi atención en estudiar la viabilidad de construir en nuestra ciudad un ‘Astrodome’ aunque fuera de menores dimensiones.
Nada mas llegar a Madrid en el regreso de mi viaje, llamé a Paco Camino para que me explicara las circunstancias de su corrida en Houston. Me contó que había toreado con Antonio Ordóñez y que los toros, más bien novillos, llevaban unas protecciones acolchadas de guata en los costados y en el lomo, para no lastimarlos al simular, solo simular, las suertes de banderillas y de varas. En ningún caso les permitieron estoquear al toro y como anécdota, me dijo que en los tableros electrónicos del estadio, se encendía la palabra “olé” cuando se consideraba que los espectadores debían aplaudir las faenas.
Paco Camino me informó sobre lo que me interesaba saber, que era sencillamente conocer si era factible el celebrar una corrida de toros en una instalación cubierta similar al ‘Astrodome’ de Houston, que a la vez permitiera utilizarlo para otros espectáculos de carácter cultural, deportivo, musical o social, en definitiva, una instalación multiusos cubierta.
El torero me dio una opinión rotunda de que tal proyecto se podía acometer ajustándolo incluso a las normas del riguroso reglamento taurino, añadiendo que en su criterio, el edificio multiusos gozaría, en el caso de los toros, del amparo climatológico de ser cubierto.
“Para mi sorpresa, el alcalde de Houston me comentó que incluso se había hecho una corrida de toros, aunque sin matar a los astados
Desde el inicio de mi mandato como Alcalde de La Coruña, uno de mis proyectos era el de recuperar la fiesta de los toros, una riqueza cultural de honda tradición en La Coruña, cuyo antiguo coso taurino gozaba de un reconocido prestigio en la historia de la tauromaquia española.
El problema era que construir una plaza de toros, implicaba un coste muy elevado, cuyo importe iría en detrimento de otras necesidades sociales muy diversas y mas necesarias. Pero este obstáculo se resolvía con la construcción de un centro multiusos al estilo del ‘Astrodome’ de Houston, que además de ser pionero en España nos permitiría liberar el Palacio de los Deportes de las actividades festivas y musicales que alteraban y perjudicaban el uso deportivo para el que estaba destinado.
A partir de mi reunión con Paco Camino, comenzamos desde el Ayuntamiento a poner en marcha los trabajos para acometer la tarea de la construcción de una obra hasta entonces inédita en España, que permitiría convertir a La Coruña en la ciudad líder de los espectáculos musicales y culturales, como así sucedió, superando a los entonces nuestros competidores que eran el Palau de San Jordi de Barcelona y el Velódromo de Anoeta de San Sebastián, que quedaron totalmente desfasados respecto al Coliseum coruñes.
Fuimos solucionando las “pequeñas bagatelas” de lograr los terrenos, conseguir la financiación, resolver accesos y aparcamientos, cuestiones que la eficacia del Ayuntamiento de entonces, políticos y funcionarios, lograron como en otras obras superar. Se formalizaron permutas y convenios urbanísticos con los propietarios de los terrenos, se acordó una ampliación del aparcamiento de Continente, se construyeron nuevos accesos y se logró el apoyo económico de la Xunta, gracias al apoyo de Antolín Sánchez Presedo, por aquel tiempo Conselleiro de Ordenación del Territorio.
Y así llegamos al 12 de agosto de 1991, día en el que los toreros Esplá, Victor Mendes y Morenito de Maracay lidiaron la primera corrida de toros, en la que, como anécdota para el recuerdo, diré que la cabeza disecada del toro al que se cortó la primera oreja se la regalamos al Premio Nobel gallego, don Camilo José Cela, gran aficionado y que fue asistente a todas las ferias que a partir de esa fecha se celebraron en el Coso del Coliseum.
Hasta aquí la pequeña historia de cómo se gestó la construcción de nuestro particular Astrodome coruñés, que sigue siendo, 33 años después, un referente nacional e internacional en actividades de todo tipo, hasta el punto de que en estos días se ha designado como sede del Leyma Básquet Coruña, recién ascendido a la máxima categoría.
Mi recuerdo a Paco Camino, a quién años después dimos una cena-homenaje en La Coruña como aplauso a su brillantísima carrera de matador, homenaje que en mi caso, incluía mi agradecimiento por su asesoramiento en la construcción del Coliseum. No me gustaría terminar este recordatorio sin mencionar a dos de los mejores concejales que en las últimas décadas sirvieron a su ciudad en el Ayuntamiento, gestionando con una brillantez incomparable el Coliseo, además de otros cometidos. Me refiero a Eduardo Blanco y a Juan Manuel Iglesias ‘Palau’, artífices de los años de oro de una instalación por la que pasaron los mejores cantantes y espectáculos nacionales e internacionales.