Una patrulla vecinal ‘secreta’ combate el vandalismo en el Barrio de las Flores de A Coruña

Una patrulla vecinal ‘secreta’ combate  el vandalismo en el Barrio de las Flores de A Coruña
La calle de las Petunias es el epicentro de la actuación vecinal

Los residentes del Barrio de las Flores se han cansado de la metodología tradicional para solucionar sus problemas y han pasado a la acción o, mejor dicho, a la prevención. El casi medio centenar de incidencias y actos vandálicos sufridos y denunciados en sus automóviles a lo largo de este mes han provocado una movilización sin precedentes, hasta el punto de dar pie a la que podría considerarse primera patrulla vecinal autogestionada. 

 

 

Se trata de una infraestructura basada en la colaboración y en cierto modo en la solidaridad vecinal. Al caer la noche, durante el fin de semana, los miembros de la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores se reparten tareas y puestos de vigilancia: unos divisan desde la altura de sus balcones, mientras otros encuentran cobijo y puesto en primera línea de batalla en los jardines que rodean la calle de las Petunias, a la altura del llamado bloque 34. La constancia y la voluntad es tal que, para que no decaiga la efectividad del dispositivo, se han organizado rondas y cambios de turno durante la madrugada. En total, una aproximadamente una veintena de efectivos por noche.


Objetivo

El objetivo no es otro que acabar con la impunidad y la facilidad para delinquir que parece haber encontrado lo que los residentes identifican como “una pareja joven, una chica y un chico” que se dedica a entrar a robar en los vehículos estacionados, o simplemente a destrozar piezas o partes de éstos. La presidenta de la asociación vecinal encargada de la patrulla, Caluxa Barrientos, define un modus operandi que no parece tener otro objetivo que destrozar la propiedad ajena, pero también la paciencia de los residentes: “Estimamos que son más de 40 coches los que se han visto afectados y todo porque esa pareja va rompiendo a base de patadas todo lo que se encuentra por delante”. 


No solamente se trata de que la patrulla vecinal resulte disuasoria, sino que tiene por objeto conseguir identificar y acabar con lo que consideran impunidad de los delincuentes: desde las ventanas se busca el mejor tiro de cámara posible para tener una prueba incriminatoria, mientras que ‘a pie de campo’ también se ha buscado, sin demasiada fortuna, retener y ponerlos a disposición policial. “Hace poco le comunicamos a la Policía dónde estaban y tardaron más o menos veinte minutos, y eso que estamos en A Coruña”, lamenta Barrientos. “Cuando llegaron ya no había nada, porque los vecinos no quisieron retenerlos”, añade. Y es que el concepto de patrulla vecinal acaba donde lo permite la ley y una de las premisas es evitar el enfrentamiento directo o el uso de la violencia. 


Ni okupas ni toxicómanos 

Si hay un barrio que ha aprendido a gestionar sus problemas y en buena medida solucionarlos ese es el Barrio de las Flores. En 2021, la presión y unión de los residentes fue clave para desalojar un chalé con 18 okupas. Sin embargo, desde la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores la percepción de la situación es muy distinta, y también se descarta relación alguna con los toxicómanos y okupas identificados en el Centro Financiero. “No son okupas ni yonkis, porque a esos los tenemos controlados también y su área de actuación es Elviña o Monelos”, subrayan.


La próxima cita para la patrulla vecinal podría ser este viernes, noche de San Juan, aunque los integrantes confían en haber resultado disuasorios. 

 

Una patrulla vecinal ‘secreta’ combate el vandalismo en el Barrio de las Flores de A Coruña

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