La Audiencia Provincial juzga hoy a tres albaneses, inmigrantes ilegales, que formaban una banda a la que se acusa de haberse dedicado a robar en chalés en los meses de septiembre a noviembre de 2020. La Fiscalía sostiene que actuaron en todas las provincias, menos de la de Lugo, y que entraban en urbanizaciones o lugares apartados para hacerse con las joyas de la casa. En total, se les achacan 22 golpes por lo que piden siete años de prisión para los tres.
Entre los robos que se le achacan se incluyen los siguientes, cometidos en el área coruñesa: el de un chalé de Oleiros el 20 de septiembre, de donde se llevaron 2.730 euros en joyas. Otro en Cambre, de donde se llevaron 300 euros. En Meirás, Sada, el 15 de noviembre, de donde solo se llevaron una mochila. El 18 de noviembre actuaron en la localidad de Oza-Teo de la que huyeron cuando sonó la alarma sin llevarse nada.
El 23 de noviembre actuaron en Oleiros y Cambre y el 26, en A Coruña, en una vivienda unifamiliar, de donde se llevaron joyas por valor de 195 euros. En Palavea, entraron por una ventana y se llevaron 250 euros y varias joyas.
Pero los agentes de la Guardia Civil, seguían la pista a la banda, y el juzgado de instrucción número 7 de A Coruña autorizó la instalación de un GPS por un período de un mes para que pudieran seguirlos. El 29 de noviembre, cuando circulaban por la autovía A52, los guardias civiles le dieron el alto. Los ladrones trataron de tirar un calcetín con las joyas por la ventanilla, pero les descubrieron y se detuvo a dos sospechosos.
Al tercero de los acusados se le detuvo eses mismo día, en una vivienda de Vigo que llevaban usando de base desde hacía meses. Al último arrestado se le encontró dinero en metálico así como objetos que habían sido robados: un plumífero y una mochila, en el registro de la casa.