Los datos del paro parecen invitar al optimismo: si las cifras de afiliaciones a la Seguridad Social en marzo ya eran positivos, los de paro de abril siguen una línea similar. La ciudad de A Coruña cerró el pasado mes con 13.164 parados, el dato más bajo desde verano de 2008, antes de que estallar la crisis financiera. Pero el paro no se distribuye igual, y hay a quienes les resulta difícil incorporarse al mercado laboral. Para ayudarles, Cruz Roja mantiene un Plan de Empleo que se basa en 603 alianzas con 255 empresas. Gracias a ello, 523 personas realizaron un itinerario de empleo el año pasado y, de éstas, el 55% se incorporaron a la fuerza laboral.
El plan está financiado por el Fondo Social Europeo y Ministerio de Trabajo y Economía Social. Su coordinadora provincial, Mar Mirada, enfatiza su importancia: “El trabajo te lo da todo, te genera independencia, autonomía, nivel de participación social.... Es mucho más que subsistir, es la clave de la integración”.
Miranda explica que el desempleo se acentúa sobre todo en las personas más vulnerables. Hay factores que influyen: la edad, el género, el origen, el lugar de residencia, el nivel de cualificación y las responsabilidades familiares que son determinantes. “Barreras que van allá más del mercado”, resume.
El plan de empleo de Cruz Roja ha conseguido superar estos problemas. Su secreto es que realizan prospecciones laborales, análisis del mercado de trabajo, y que colaboran con las empresas que necesitan empleados. “Las acciones formativas es lo que te demanda el mercado laboral”, explica Miranda.
Existe mucha necesidad de mano de obra en la hostelería, así como en oficios tradicionales, como la panadería, o el sector de la construcción, así como adaptar la gente ya formada a la era digital. “A Coruña es una ciudad de servicios, y hay que adaptarse al sector”, concluyó.