Una de las demandas que más a menudo escucha la alcaldesa, Inés Rey, es la de más vigilancia policial. Sin embargo, resulta muy difícil satisfacerla teniendo en cuenta que cada vez hay menos policías locales. A día de hoy, el Cuerpo municipal solo cuenta con 302 efectivos, el número más bajo en los últimos años. Desde 2018 se han jubilado 60 y la Asociación Profesional de la Policía Local denuncia que existe un déficit de 107 agentes.
Los representantes de la asociación comunicaron estos datos al portavoz del Grupo Popular, Miguel Lorenzo, en una reunión que mantuvieron junto con la concejala Susana Catalán. Lorenzo trasladó la necesidad de recuperar la Policía de Barrio, un clamor ciudadano; incrementar el número de efectivos tanto de Policía local como Nacional; convocar con más frecuencia la Junta Local de Seguridad y desarrollar unas instalaciones adecuadas.
La solución que plantean los representantes de la Policía Local, mientras no se incorpore la cantidad de efectivos necesaria para acabar con ese déficit de agentes, pasaría por establecer servicios de refuerzo continuos, principalmente en fines de semana, cuando se da la mayor escasez de policías. El retraso en aprobar la nueva Relación de Puestos de Trabajo municipal también prolonga en exceso las carencias organizativas actuales.
Sobre las instalaciones, Lorenzo señaló que es necesario un nuevo Cuartel que acabe con las limitaciones e incomodidades del actual, ya obsoleto y sin posibilidad de ampliación. El sindicato considera que, además de exiguo, el espacio destinado a las distintas dependencias policiales no tiene el mantenimiento necesario. Aluden especialmente al gimnasio, situado en el propio Cuartel, muy pequeño y dotado de maquinaria limitada, obsoleta y deficiente para el uso normal por parte de los agentes que deseen realizar ejercicio físico o prácticas de defensa personal e intervención.
Finalmente, respecto al equipamiento, estiman necesario renovar algunos vehículos policiales, cuyo mantenimiento es considerablemente más costoso que adquirir nuevos vehículos por el sistema de “leasing”. Asimismo, se requiere una partida presupuestaria importante para la dotación de uniformidad obligatoria, no solo para los nuevos agentes, sino también para los ya en activo, que en muchos casos llevan años sin recibir prendas nuevas o de repuesto.