Cientos de personas acudieron a contemplar la procesión de La Borriquilla, una de las más importantes de las festividades de Semana Santa. En una mañana soleada, la procesión partió de la Iglesia de los Capuchinos para encontrarse con los fieles en la plaza de Vigo antes de regresar al templo.
Cuando la imagen representado a Jesucristo a lomos de una burra llegó en andas al centro de la plaza fue recibida por más de un millar de personas que agitaron sus ramos para recibir la bendición. Después continuó su camino de regreso al templo, un trayecto que duró una hora. Durante toda la mañana continuaron las bendiciones en los templos, siguiendo con la tradición católica que se ha repetido un año más.