A las nueve de la noche, un fuerte dispositivo policial, tanto de la Nacional, como Local, esperaba en el barrio de Novo Mesoiro a los participantes de una manifestación de los amantes del motor que participan en las concentraciones del polígono de Vío. Se suponía que iban a desfilar al volante de sus vehículos por las calles del barrio. El motivo era protestar por el cierre del polígono al tráfico rodado los fines de semana. Pero no hubo tal protesta.
Algunos despistados sí se dirigieron al polígono de Vío, donde les esperaba la Policía Local, que había montado un dispositivo y cuatro conductores fueron sancionados (uno por no tener homologadas las modificaciones y otro por no haber pasado la iTV) pero fueron muchos más los que se acercaron movidos por la curiosidad, para saber si de verdad se celebraría la manifestación a pesar de la vigilancia y de la lluvia.
Nadie estaba muy seguro de donde partía la convocatoria se animaba a los participantes a comportarse como es debido, sin quemar rueda, sin poner la música alta. “Solo circular polo barrio, todos xuntos, porque iso sí que é legal”, señalaban en el mensaje. Como muchos de estos forofos del motor modifican sus vehículos, y a veces estas mejoras no pasan por la DGT, por eso aconsejaban (medio en broma, medio en serio) llevar todo homologado.
El sentido de la protesta era que la mayor parte de los que se acercan a Vío son conductores responsables, que no participan en las carreras aceleradas que recorren arriba y abajo las calles vacías del polígono, que apenas tiene actividad industrial. Aunque a lo largo de estos años se han registrado varios accidentes (algunos espectaculares, como el vuelco del viernes, por el que la Policía Local sancionó al conductor por un delito contra la seguridad vial) relacionados por la conducción temeraria, lo que motivó ya en el mandato anterior a cerrar el polígono durante una temporada.
Para la asociación de vecinos de Novo Mesoiro, cree que el fenómeno de las concentraciones de coches en Vío, que han tenido que soportar durante ocho años, toca a su fin. La medida municipal de restringir el tráfico rodado los fines de semana en el polígono excepto para los vehículos autorizados se ha demostrado efectiva, y combinada con los dispositivos especiales de vigilancia, supone un golpe letal para los que habían hecho de Vío su refugio particular.
El principio del fin comenzó el viernes por la noche, cuando la Policía Local sancionó a más de cien conductores por haber hecho caso omiso de la señal que prohibía acceder al polígono. No era la primera vez que se sancionaba a alguien en estas concentraciones, pero lo habitual es que fuera por alguna modificación ilegal en el vehículo, puesto que es muy difícil pillar in fraganti a los participantes superando el límite de velocidad. Con la nueva normativa, la Policía Local ya puede actuar. Los aficionados al motor tendrán que buscarse otro punto de encuentro