Una colisión sin daños personales y que afectó ligeramente al exterior de varios vehículos multiplicó exponencialmente su alcance por tratarse de uno de los carriles de acceso vía Alfonso Molina. Gracias a la rápida intervención de la Policía Local (los servicios de emergencias ni siquiera tuvieron que desplegarse) el atasco fue tan voluminoso e incómodo como efímero.
Y es que en apenas 20 minutos la principal arteria de entrada a la ciudad pasó de la congestión a la normalidad: mientras los afectados solucionaban el papeleo en el arcén, y a pesar de que el impacto fue en el carril izquierdo, los coches ya fluían con la celeridad habitual.