El accidente mortal que se registró el jueves pasado en la avenida de Alfonso Molina, que un individuo de 49 años trató de cruzar a pie, sirve como recordatorio de lo frecuentes que son los atropellos en la ciudad. Según las estadísticas policiales, se producen una media de dos atropellos a la semana, aunque la gran mayoría son de carácter leve. Se trata de uno de los tipos de accidente que menos se ha reducido en los últimos años, a pesar de la intensa peatonalización y de otras mejoras, como la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora en el casco urbano. 

El caso de Alfonso Molina es extremo porque la víctima cruzó de forma temeraria por una zona prohibida una avenida de seis carriles. Pero muchos de los accidentes se producen precisamente en avenida con una gran cantidad de tráfico, como la ronda de Outeiro, una de las vías donde más accidentes se producen, aunque hay que recordar que también es de las más largas de la ciudad, de cerca de cinco kilómetros de largo.

El accidente más común 

De lo que no hay duda es de que los atropellos son el accidente más común dentro del casco urbano coruñés. Por ejemplo: el año pasado se registraron 95 mientras que el segundo tipo de siniestro, más común, el choque contra obstáculo fijo, fueron noventa. El segundo más común, la colisión lateral, fueron 88.
 

En cuanto a las víctimas, la Tercera Edad es la más vulnerable, sin duda por la falta de reflejos asociada con la vejez. De las 108 personas atropelladas el año pasado, casi el 40% tenían más de 70 años. Pero el segundo segmento de edad con más víctimas es el que va entre los 41 y los 50 años, con 21 casos. 
 

Es precisamente la edad del fallecido la semana pasada pero, por otro lado, también es la edad media de la población coruñesa, que se sitúa en 47, según las últimas encuestas. En todo caso, las víctimas mortales siguen siendo muy leves, solo una al año, y las graves fueron 18, un porcentaje muy pequeño.