Acudían a un espacio milenario, como el teatro Romano de Mérida, para participar en la fase final del Concurso Nacional de Teatro Clásico Grecolatino en dos de sus modalidades, y obtuvieron el primer premio en ambas. La compañía coruñesa Noite Bohemia ganó este pasado fin de semana dos premios nacionales, con los que acudieron esta mañana a la subdelegación del Gobierno, donde fueron recibidos por la subdelegada del Gobierno María Rivas.
El director de la compañía, Javier Fernández Mariño, apuntaba que "la fase final, en Mérida, es solo la punta del iceberg de lo que empezamos en julio del año pasado". Por el camino ha habido mucho trabajo para pensar montajes, escenografía o vestuario. El pasado sábado en el teatro Romano "fue el final, pero cuando nadie nos ve, estamo trabajando mucho por detrás, con mucho miedo y mucha ilusión, porque no es solo un premio, son montajes que pones delante de un publico y siempre te la juegas", apunta Fernández Mariño, que explica que "el teatro es algo que haces con todo el cariño para que otra persona disfruta, te matas en hacer un montaje y tu mayor felicidad es que el público lo disfrute, somos felices haciendo feliz a la gente".
Acudían con dos montajes, 'Germelos', de Plauto; y 'Medea', de Eurípedes. Los dos premios, pueden suponer poner el listón más alto para futuras creaciones, algo que reconoce el director entre risas de los elencos. "Se ríen porque vienen otros montajes en camino, como 'Edipo', y tenemos otros ocn los que queremos girar", apunta, mirando no solo a otros lugares de España, sino también a otros países como Italia, Francia o Portugal. "Cuando tú subes el listón, la gente pide más y mejor", indicaba Fernández Mariño rodeado de los participantes de las obras, dispuestos a recoger el guante. "Los propios actores te piden no bajar el nivel", completa.
Por su parte, la subdelegada recibía a los integrantes de la compañía, que le obsequiaron con una camiseta de Noite Bohemia. "Se trata de reconocer, no solo el trabajo bien hecho, sino esa apuesta que hacen para demostrar a la gente joven que hay alternativas y que son posibles", aseguraba Rivas, que concluía: "es algo para poner en valor y demuestra que hay un camino muy interesante, es un orgullo".