Dos semanas de disfrute después de veinte años de espera no han rebajado el nivel de exigencia de los vecinos de O Castrillón respecto al funcionamiento de su complejo deportivo. Es el sentir que transmite Ramiro Otero, presidente de la asociación que los representa y que habla de detalles que dejan entrever una excesiva celeridad a la hora de cumplir los plazos prometidos. “Hay de todo entre las impresiones de los vecinos, pero la sensación es que las precipitaciones a veces no son buenas”, explica. “El sentir es positivo, por poder disfrutar del centro, las quejas no son generalizadas, pero estas cosas siempre son un poco así”, añade. Entre las deficiencias que se han encontrado en los primeros usuarios Ramiro Otero señala prácticamente todas las dependencias del centro: “La piscina no tiene suficiente temperatura, y al ser gente mayor lo pasa peor. Además, en el gimnasio hay alguna máquina averiada y el jacuzzi tiene problemas de funcionamiento de algunos grifos”. Fuentes de la instalación se refieren al problema de temperatura como una avería temporal y que ya está solucionada.
Y es que es la edad media de los usuarios es un aspecto que el presidente de la asociación vecinal considera debe ser fundamental a la hora de establecer el plan de actuación. En ese sentido, insta a la gestión, en estos momentos responsabilidad de Emvsa, a ponerse al día. “Esperamos que sea algo puntual y que se trate solamente del proceso de puesta en marcha, pero la situación nos preocupa. No estamos hablando de jóvenes atletas”, dice. “Cuando haces las cosas para una foto pasan estas cosas”, prosigue Otero, responsable en el mes de octubre de reunir a todos los partidos políticos para una puesta en común sobre la situación del pabellón. Precisamente ese día, el portavoz municipal José Manuel Lage puso fecha a la apertura.