Acostumbrados a definirse bajo al abrigo de tres barrios, los vecinos de A Gaiteira, Oza y Os Castros celebran hoy un intenso día de fiestas, con una programación a caballo entre la plaza de A Cubela, con la recuperación de la leyenda del dragón da Gaiteira, y la calle que da nombre a ésta, reservada para la programación musical. Se trata de una ambiciosa jornada de la que se siente especialmente orgulloso Paulo Sexto (A Coruña, 1964). Presidente desde hace seis años de la agrupación que defiende los intereses de las tres zonas, siempre ha sido un firme defensor de la cultura como elemento dinamizador del barrio.
Han apostado por concentrar en un día todos los actos.
El barrio es muy intenso y muy diverso. Todos esos espacios son parte de A Gaiteira y tienen derecho al protagonismo durante nuestras fiestas. Lo que pasa es que estamos con el tema de la memoria emocional, la tradición de la merendiña, que es algo que estaba bien que regresase. La leyenda de 1471 dice que un pescador en el río Monelos encontró un dragón mientras faneaba y queremos recuperar esa leyenda, por dónde pasaba el río Monelos y todo el recorrido histórico por la calle del Puente.
¿Qué les ha llevado a hacer especial hincapié en el aspecto histórico y el dragón?
Es fundamental e importante saber, porque el concepto de memoria emocional del barrio hace referencia a las cosas que la gente desconoce. No saber que en tu barrio puede que hubiera un dragón es algo a solucionar. Éramos un barrio muy solidario y donde se compartía todo. Son hábitos que deben volver.
¿Peligra ese sentido de pertenencia entre los más jóvenes?
Aquí no se pierde. Tenemos claro que los pequeños quieren el barrio, pero si no se cuida se va perdiendo. El Corralón de A Gaiteira, donde se jugó el primer partido del Deportivo, es importante que tenga vigencia en la memoria de la gente. En vez de hacer como en otros lados, aquí se ha destruido buena parte de todo eso.
¿Han encontrado dificultades con las rebajas de presupuesto?
Somos un país de extremos. O tiramos la casa por la ventana o somos muy estrictos a la hora de no gastar. No debería ser así. Deberíamos enfocar las fiestas de otra manera y hacerlo con una metodología diferente, atendiendo a necesidades poblacionales o el territorio que abarca.
¿Están satisfechos con el cartel?
Aspirábamos a más, siempre queremos algo más. Lo que deseábamos era que las fiestas fueran las mejores de la ciudad.
Hablan de Oza-Os Castros-A Gaiteira, ¿son inseparables?
Es que tenemos mucho más en común de lo que nos separa. Lo que pasa es que con el tiempo se han ido perdiendo los vínculos. Hay muchas cosas que nos unen históricamente y que nos hicieron muy fuertes.
Tampoco es que sean una asociación a la que le guste hacer mucho ruido y protestar...
Siempre hemos sido muy reivindicativos, pero las cosas hay que hacerlas a su manera y con las herramientas que tenemos. A veces, la movilización es una herramienta para conseguir cosas, pero tampoco es el objetivo en sí. Queremos mejorar la calidad de vida, pero a través del diálogo con las administraciones públicas también es posible. Si tienes un puente abierto no hay por qué renunciar. Somos la asociación más reivindicativa que hay.
¿Cuál es la situación actual del barrio?
Ha habido mejoras, pero partimos de una base de que estábamos hechos un desastre. Si tomamos esa calamidad como punto no se puede cambiar en dos o cuatro años, sino a largo plazo. Al contrario que en otras zonas, hemos conseguido 200 plazas de aparcamiento más. La gente no se da cuenta de eso.
¿Qué mensaje le mandaría a la gente de otros barrios para que se anime a disfrutar de la fiesta?
Son novedosas, diferentes y de eso es de lo que se trata.