Su construcción tenía una intención clara: alejar de la ciudad los tráficos más peligrosos tras los accidentes acaecidos en las costas gallegas, como el ‘Urquiola’ (1976), ‘Mar Egeo’ (1992) y ‘Prestige’ (2002). Y así fue. En 2012 el Puerto Exterior acogió las primeras operaciones de carga y descarga de mercancía. Pero, desde entonces, también ha servido como refugio para más de una veintena de buques con averías o necesidades varias. Tanto que, tal y como aseguran fuentes de la Autoridad Portuaria, al atracar estos barcos en Punta Langosteira, “se evitaron catástrofes”.
Esto cobra, además, especial relevancia. El Puerto Exterior estuvo marcado por la polémica antes incluso de estar operativo: es la obra pública más grande de Galicia y, además de estar inmerso en discrepancias políticas, llevó a la Autoridad Portuaria a arrastrar una deuda que a día de hoy sigue vigente.
Productos químicos, fuel, petróleo o mercancías. Los buques que se tuvieron que refugiar en Punta Langosteira transportaban diferentes tipos de carga. Por orden cronológico, y repasando los más importantes, el primero en recalar en la dársena por una avería fue el 8 de enero de 2013. Allí permaneció hasta el día 15 y no fue otro que el ‘Mega-Motti’. Al año siguiente, del 13 al 17 de junio, llegaría el ‘Grand Breaker’, un buque de 190 metros de eslora que entró por una avería. Mismo problema motivó al ‘MSC Ajaccio’ a buscar protección en Langosteira, en este caso del 28 al 29 de agosto de 2015.
En 2016 se evitó la primera gran catástrofe. Entre el 23 y el 29 de diciembre de 2016 un petrolero de 274 metros de eslora, 48 de manga y 16,5 de calado permaneció en el Puerto Exterior mientras se realizaban las labores de reparación. Se había averiado frente a Galicia cargado con 148.000 toneladas de fuel en medio de un temporal cuando viajaba de Rotterdam a Estados Unidos. Su nombre copó titulares en toda la comunidad: el ‘Max Jacob’. “El Puerto Exterior evitar el peligro de otra catástrofe de un petrolero”, titulaba El Ideal Gallego el 24 de diciembre de 2016. La dársena coruñesa, la única con capacidad para acoger supernaves, permitió frenar problemas mayores.
El ‘Max Jacob’ se convirtió en el barco de mayor calado que había acogido el Puerto Exterior hasta el momento, además del primer petrolero. Sin la infraestructura, el buque no podría haber atracado en los muelles de la ciudad.
Al año siguiente, del 28 al 29 de julio, el ‘Njord Cloud’ atracó en la dársena tras sufrir una avería. Era un barco de 138 metros de eslora con 12.000 toneladas de productos químicos a bordo. Una avería también motivó al ‘Futura’, el 17 de marzo de 2019, a refugiarse. En este caso, un nuevo petrolero –con 37.000 toneladas de gasóleo– y 176 metros de eslora.
El 16 de marzo recaló en la dársena el ‘Blue Sky’, pero por un motivo diferente: contagios de covid
El 28 de noviembre de 2020 llegó el ‘Sukran C’, que permaneció durante más de un mes, hasta el 2 de enero de 2021. Fue un quimiquero de cien metros que sufrió un incendio que le dañó el motor a 150 millas de Galicia. Atracó en Punta Langosteira remolcado. Ese mismo año, concretamente del 6 al 8 de diciembre y el 23 de diciembre, se refugiaron en el muelle los buques ‘Zealand Delilah’ y ‘Zetagas’, respectivamente. El primero era un carguero de 134 metros que sufrió una vía de agua y llevaba a bordo 8.600 toneladas de cacao. El segundo, con 113 metros de eslora, transportaba 4.000 toneladas de butano cuando se averió.
Desde 2021 han sido varios los barcos que recalaron en la dársena por problemas diferentes. El 27 de enero fue el ‘Adfines Sky’, con 160 metros de eslora. Atracó con avería, con 18.000 toneladas de gasoil. El 10 de febrero lo hizo el ‘Atlantis Arki’, un quimiquero de 109 metros averiado que navegaba vacío.
El 16 de marzo llegó el ‘Blue Sky’. En este caso, no se había averiado. Tampoco tenía ningún problema en su estructura que obligase a su reparación, pero algo le llevó a detenerse en Punta Langosteira: el coronavirus. Con 294 metros de eslora y 100.000 toneladas de fuel, tuvo que recalar en el Puerto Exterior porque tres de sus tripulantes tenían síntomas compatibles con covid. Con el paso de las horas, los contagios llegaron a los dieciocho, llegando a ingresar uno de los tripulantes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Quirón.
CRECE EL INTERÉS DE LAS EMPRESAS POR SU INSTALACIÓN |
Punta Langosteira sigue certificando su éxito. En la actualidad, no solo hay superficie solicitada u otorgada en vías de desarrollo, sino que algunas de las empresas que más tiempo llevan en el Puerto Exterior, como Terminales Marítimos de Galicia, Pérez Torres Marítima o Galigrain, han ampliado sus naves y concesiones, “prueba de que están satisfechas”, consideran desde la Autoridad Portuaria. La ampliación de la terminal del gigante Repsol ronda las treinta hectáreas, y el espacio reservado para las compañías ligadas a la construcción ‘offshore’ –eólica marina– suma más de 117 hectáreas, entre otras. |
El último buque del que se tiene conocimiento es el carguero chino ‘Shang De Wu Yi Shan’, que pasó más de una semana fondeado en aguas de la ría de Ares, desde el 7 de diciembre. Atracó el día 17 en Langosteira, y, casi dos meses después, todavía permanece allí ya que las labores de mantenimiento se han extendido más de lo previsto.
Tras llegar al Puerto Exterior comenzó a ser evaluado por técnicos, ya que la embarcación sufrió algunos daños en su cubierta durante el incidente que motivó que buena parte de los elementos de las dos grandes grúas pórtico que portaba acabaran en el mar, mientras que otros restos permanecen sobre el buque, de 169 metros de eslora y 43 de manga, y al que en un principio la Dirección General de la Marina Mercante negó su acceso a esta dársena, por no cumplir una serie de requisitos de seguridad.
Fuentes de Salvamento Marítimo destacan que hay dos tipos de barcos que llegan a Langosteira con averías o con problemas que necesitan ir a puerto. “Para eso se ha determinado que sea el Puerto Exterior, por calidad y espacio”, pero “una cosa es un puerto de refugio por avería y otro por mal tiempo”. En caso de necesitar atracar por mal tiempo, se recomienda la ría de Ares. Si hay una avería o una pérdida de carga, la recomendación es el Puerto Exterior.
Punta Langosteira es únicamente para “aquellos barcos que autoriza Capitanía Marítima y que tienen que recalar, como ocurrió con el carguero chino”. Lo que hace una buena opción al Puerto Exterior es, en palabras de Salvamento Marítimo, que “está alejado de la ciudad, no supone ningún peligro y tiene suficiente calado, abrigo o línea de atraque y lugar de fondeo”. Además, tiene otras buenas condiciones: “Alto calado y buenas instalaciones. Aunque haya que descargar, como un petrolero, tiene una terminal que lo hace posible”.
Sobre el ‘Shang De Wu Yi Shan’, desde Salvamento Marítimo explican que “se están troceando las grúas para poder retirarlas en camiones. Son trozos de pocas toneladas porque la grúa es de puerto normal”.