El derecho al descanso y las quejas por los ruidos nocturnos no son solamente cuestión del ocio. Varios vecinos residentes en el cruce entre la ronda de Outeiro y la avenida de Arteixo se despertaron, los que habían podido conciliar el sueño, con el eco de las obras del carril bici.
El Ayuntamiento, contando con que se trata de una arteria de entrada y salida de la ciudad, decidió ejecutar los trabajos a partir de las 22.00 horas. Sin embargo, algunos residentes se preguntan si eso es coherente con el discurso de movilidad promulgado por este Gobierno municipal: “Si no se pueden hacer obras en casa entre ciertas horas, ¿por qué puedo tener debajo de mi ventana un martillo hidráulico sin dejarme dormir, importa más el tráfico que los vecinos?”. Por otra parte, desde otro de los pisos más cercanos también hacen referencia a la legislación vigente. “Existe una ordenanza de protección contra la contaminación acústica que, si hay que cumplirla en los hogares y en los establecimientos, el Ayuntamiento también debería hacerlo”, dice una residente. “Está muy bien no provocar atascos durante el día, pero allí donde estás cortando hay vecinos que tienen que trabajar al día siguiente”, añade, después de no haber podido pegar ojo en toda la noche.