Es una de las actuaciones previstas en el Plan de Actuación Integrado (PAI) que más expectación ha despertado en los barrios de Os Mallos y la Sagrada Familia. Los murales digitales transformarán espacios urbanos deteriorados de estos barrios en experiencias culturales inmersivas.
Lo harán mediante proyecciones ‘mapping’ –técnica que consiste en proyectar imágenes o videos, ya sean en 2D o 3D, sobre superficies reales para generar un efecto de movimiento–. Pero también mediante realidad aumentada y códigos QR, de forma que se creará un recorrido interactivo que fortalezca la identidad del barrio y fomente el turismo y la economía local. Varios son los agentes que podrán hacer uso de estos murales. El comercio, por ejemplo, podrá utilizar el QR para anunciar descuentos y promociones en sus establecimientos. Los vecinos y colectivos culturales, a su vez, tendrán la posibilidad de generar contenido y difundirlo.
El presupuesto de estos murales es de 227.000 euros. El Gobierno local será el encargado de obtener los permisos y el apoyo logísticos; las empresas tecnológicas desarrollarán la app y los sistemas interactivos; y artistas locales crearán los murales físicos y las animaciones digitales.
El proyecto se desarrollará en unos barrios con alto valor cultural, pero con problemas de degradación urbana y baja participación comunitaria. Se priorizarán zonas con fachadas abandonadas, paredes vandalizadas o espacios con poca actividad nocturna. En este sentido, se utilizarán fachadas de edificios públicos, y la instalación de los murales digitales se realizarán a través de ‘videomapping’ instalando elementos fijos y disponiendo de algún componente móvil que se instalará en mobiliario urbano.
Habrá tres componentes tecnológicos que den forma a estos murales digitales. El primero, las proyecciones ‘mapping’: se proyectarán animaciones sobre murales y fachadas para narrar la historia del barrio, destacando personajes históricos, eventos clave y cultura popular. Estas proyecciones funcionarán de noche, mejorando la percepción de seguridad y fomentando el tránsito peatonal. El segundo componente es la realidad aumentada a través de apps. Mediante una aplicación móvil o Instagram/Facebook filters, los visitantes podrán escáner códigos QR en las paredes para acceder a historias animadas, entrevistas con vecinos y reconstrucciones en 3D del pasado del barrio. Los murales podrán ‘cobrar vida’, mostrando personajes que cuentan anécdotas de la zona.
Por último, a través de los códigos QR se abrirán experiencias en la web, como mapas históricos, minijuegos sobre el barrio o galerías de arte digital colaborativo. Entre los beneficios destaca la seguridad urbana, al contar con mayor iluminación.