La limpieza y el mantenimiento de las calles han escalado entre las preocupaciones vecinales hasta el punto de convertirse en uno de los cuatro ejes que vertebran el movimiento unitario de varias asociaciones: casi una veintena de ellas quieren una reunión cara a cara con Inés Rey para tratar ese punto de manera transversal y grupal. También en la agenda municipal planea desde hace meses la sombra de la huelga, el tira y afloja con la contratación y los sindicatos y, sobre todo, una creciente aglomeración de basura de todo tipo en los contenedores que deja estampas de lo más desagradable. Desde varios estamentos se ha sugerido, o algo más que sugerir, la posibilidad de que la situación se deba a una huelga encubierta por parte de los trabajadores, una suposición que enerva especialmente al Sindicato de Trabajadores de la Limpieza. “Estoy harto: no hay ningún tipo de huelga encubierta y es algo que nos cansamos de decir y denunciar ante el Ayuntamiento y la Fiscalía”, dice Alfonso Seijo. “Hemos presentado una ampliación de la demanda, porque faltan servicios por cubrir. La gente lo que tiene que hacer es informarse un poquito mejor”, añade.
Y es que en plena discrepancia sobre el quién, el cómo y el por qué debe limpiar los barrios acumulan cada vez más basura, una situación que desespera a muchos e incluso obliga a la creación de campañas y patrullas vecinales. Seijo lanza un mensaje a los vecinos de toda la ciudad y los pone con la mirada puesta en María Pita. “Que le reclamen a Inés Rey y que el Ayuntamiento mire a quién le paga porque le realice un servicio. Estamos pagando un impuesto y luego resulta que se llama al 010 y no se recogen los colchones, por ejemplo, porque no hay personal”, subraya. “La Sagrada Familia, Labañou o Monte Alto tienen el mismo derecho que todos, no solamente la zona centro”, prosigue el portavoz del sindicato.
Según apunta el Sindicato de los Trabajadores de la Limpieza el problema no es de medios materiales, sino humanos, y afecta a todos y cada uno de los puntos que debe tratar: “El camión de la chatarra lleva diez días sin salir. Respecto a los muebles, que hay dos, uno de ellos lleva un mes sin ponerse en marcha. Hemos presentado una demanda porque faltan servicios: hace cuatro noches se quedó sin salir ningún camión destinado a los muebles. Quien tiene que mirar esto es la que paga, que es la señora Inés Rey”.
Por otra parte, Seijo también pone el punto de mira sobre quienes acusan a los trabajadores de absentismo. “Se llama convivencia familiar”, recuerda.