Hace tres años y más de tres meses que perdió la vida a causa de una paliza grupal, pero el juicio por este crimen, el de Samuel Luiz, está a punto de llegar a su fin. Al joven de 24 años lo persiguieron a lo largo del Paseo Marítimo el 3 de julio de 2021. Recibió un cúmulo de puñetazos y patadas en un corto periodo de tiempo debido a una bronca que comenzó, según los testigos, con expresiones homófobas y debido a una confusión. A la víctima le ayudaron dos hombres senegaleses, Ibrahima y Magatte, que nada pudieron hacer por evitar el fatal desenlace: Samuel quedó desplomado en el suelo de la avenida de Buenos Aires y, poco más de dos horas después, fallecería en el Hospital de A Coruña por un cúmulo de golpes que le provocaron la muerte cerebral. Su corazón se llegaría a parar, por lo menos, en seis ocasiones antes de perder la vida.
Las defensas comienzan una cuenta atrás para tratar de lograr la absolución de sus clientes, pero a día de hoy nada está claro. Tres de los cinco acusados, los principales, testificarán este jueves, 14 de noviembre. Se trata de Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral, para los que la Fiscalía pide penas de entre 22 y 27 años de prisión. Desde el 16 de octubre han visto pasar a decenas de testigos, agentes de Policía y peritos por la sala de la Audiencia Provincial de A Coruña, que han aportado versiones y pruebas de los hechos. Pero lo que ellos testificarán es un misterio. Lo que sí se conoce es lo que llevan defendiendo sus abogados durante estas tres semanas de proceso judicial y que en cuestión de días se hará o no realidad.
Algunos dicen que sus clientes se desvincularon de la agresión al inicio, otros que no llegaron a tocar a la víctima. Las acusaciones se basan en la conclusión de la autopsia (no hubo ningún golpe determinante para su muerte) para alegar que todo aquel que haya dado golpes o contribuido a los mismos es autor de asesinato con alevosía y ensañamiento.
Kaio Amaral mintió al dar su versión de los hechos, pero su abogado asegura que no tocó a la víctima nunca
Comenzó la agresión a Samuel en el Paseo Marítimo. Se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por asesinato con alevosía y ensañamiento, además de una agravante de discriminación por condición sexual (misma petición que para su expareja, Katy Silva). Las cámaras de la plaza de Portugal recogen el momento exacto en el que este procesado sube rápidamente la bancada de Riazor para encararse con la víctima tras ver cómo esta y su amiga hacían una videollamada. Montaña, que pensaba que lo estaban grabando, habría empezado la agresión, según varios testigos y su propia exnovia, al grito de “Te voy a matar, maricón”.
Su abogado, Luis Manuel Salgado, reconoce que su cliente fue quien inició todo, pero que no continuó con los golpes. Pide la absolución por considerar que no causó la muerte del joven de 24 años y alega, además, el consumo de alcohol y drogas como atenuante. Si bien los dos acusados que ya declararon en la primera semana del juicio, así como los otros dos a través de mensajes localizados en sus móviles, han apuntado a Diego Montaña como uno de los autores de la agresión, se desconoce si este señalará a algún integrante de su antigua pandilla.
Propina una patada a Samuel y se lleva su teléfono móvil. La Fiscalía pide 27 años de prisión para él por, además de asesinato, robo con violencia. En las imágenes (varios testigos también lo corroboraron) se puede observar cómo este procesado proyecta una patada con fuerza tras llegar corriendo al tumulto inicial. Una farola impide ver dónde impacta, pero la Policía considera que, por lógica, el destino de su pie es Samuel Luiz. Cuando acudió a declarar a comisaría dos veces de forma voluntaria, mentiría sobre cuál era su vestimenta el día de los hechos.
Varias defensas alegan consumo de alcohol y drogas e incluso trastornos como atenuantes para los acusados
Además, delató a sus amigos Diego Montaña, Katy Silva, Alejandro Freire (alias Yumba) y a uno de los menores ya condenados. Su testimonio fue de especial relevancia para los agentes pero, al comprobar que mintió, terminó detenido. Confesó, además, que se llevó el móvil de Samuel, aunque asegura desconocer a quién pertenecía. Su abogado, José Ramón Sierra, pide la absolución porque, dice, en ningún momento “tocó a Samuel y su intención era la de separar y evitar que continuase la agresión”.
Derribó supuestamente a Samuel con un mataleón tras los golpes que inició Diego Montaña. Yumba se enfrenta a 22 años de cárcel y las cámaras lo sitúan en la agresión inicial y posterior persecución (tras esta, las imágenes pierden nitidez y no es posible ver quién agrede). Su defensa, representada por David Freire, se basa en el consumo de alcohol y drogas para pedir la libertad del acusado.
El abogado también presentó un diagnóstico psiquiátrico en el que se planteaban “trastornos mentales” en el joven. La Fiscalía cuestionó este diagnóstico. En el teléfono móvil de Freire se encuentra una conversación en la que manifiesta que Amaral “le dio patadas fijísimo” a Samuel.
Los dos acusados en libertad provisional ya prestaron declaración el 17 de octubre. Él se enfrenta a una pena de 22 años de prisión y ella, a 25. Míguez fue el último detenido y, si bien las imágenes le sitúan en la agresión, nadie ha afirmado que pegase a Luiz. Sí que se contradijo tras el visionado de las cámaras: en su declaración afirmó que, tras la primera agresión, se desvincula y se marcha, pero las imágenes le muestran en la segunda agresión, persiguiendo a la víctima.
De Katy Silva hay pruebas de que separó a la amiga de Samuel que intentaba defenderlo. Ella alega que lo hizo para apartar luego a Montaña. La Fiscalía cree que empujó a la amiga del fallecido para evitar su defensa, por lo que la consideran instigadora. El juicio termina el 18 de noviembre y entonces comenzará la deliberación del jurado. Los nueve miembros tendrán que determinar cuál fue su intención, así como su supuesta homofobia.