La regulación de las viviendas vacacionales en A Coruña, advierten los propietarios de estos inmuebles, “supondrá un importantísimo recorte en la capacidad alojativa y pone en riesgo el estadio de Riazor como sede del Mundial 2030”. La Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) asegura haber tenido acceso a los documentos en los que la FIFA enumera los requisitos para que una urbe opte a ser sede del Mundial de fútbol.
Así, dicen, “en el caso coruñés, las plazas disponibles en los hoteles no cubren ni la mitad de las exigencias de alojamiento requeridas para un evento de tal magnitud”. El estadio, señalan desde Aviturga, “tiene que poder acoger a más de 45.000 espectadores y hay que demostrar que la ciudad cuenta con los equipamientos de alojamiento suficientes y categorías adecuadas para los distintos grupos de la FIFA y para la afición general”.
Por ello, explican que harían falta entre 100 y 400 habitaciones (300 a 800 plazas); dos hoteles de 80 habitaciones (160 plazas) para los equipos; 300 habitaciones (600 plazas) para los árbitros; 50 habitaciones (100 plazas) para personas VIP; 4.000 habitaciones para personal del Centro Internacional de Radio y Televisión; y 1.400 habitaciones para socios comerciales, medios de comunicación, etc.
A Coruña supera las 10.000 plazas de alojamiento, por lo que puede presentar su candidatura a ser sede del Mundial 2030 al superar el mínimo exigido por la FIFA. Sin embargo, Aviturga apunta que “sin las viviendas de uso turístico, las posibilidades de la ciudad de ser anfitriona son nulas” y defiende que los pisos vacacionales suponen el 50% de camas disponibles en A Coruña.