Reportaje | De Copenhague a Coruña por aquellos a los que no les tocó la lotería de la vida

Reportaje | De Copenhague a Coruña por aquellos a los que no les tocó la lotería de la vida
Los chefs Manu Triay y Moncho Méndez impulsores de Pancomido | Patricia G. Fraga

Materializar un pequeño milagro navideño en pleno verano no es fácil. A veces pasa, por la ilusión, el compromiso y la empatía de dos chefs que consideran que “hay que echar una mano siempre, no solo en Navidad”. Dicho, o más bien visto, en la danesa Copenhague, y hecho.


Eso pensó Manu Triay, responsable de Taberna Triay, en aquel viaje al norte que le inspiró la idea que este domingo a partir de las 12.00 horas reproducirá junto a  su compañero Moncho Méndez, del restaurante Millo, en el marco de la celebración, como cada primer y tercer domingo del mes, del Mercado Sostenible de la coruñesa plaza de España: cocinar con sabrosura productos que no tendrían otra vida con un objetivo claro: apoyar la labor de la Cocina Económica.


Para Triay y Méndez no desechar género no es solo una cuestión de buena gestión y viabilidad. Ambos reconocen que eso “se ha hecho toda la vida, lo hacían nuestros padres y nuestros abuelos, es pura lógica”, señala Méndez a lo que Triay puntualiza “estamos volviendo a eso, a ser responsables con lo que se tira y lo que no, porque hay mucha parte dentro de la materia prima a la que si eres hábil puedes quitarle rendimiento”. 

 

Eso es parte de lo que quieren mostrar, la economía circular tiene un futuro próspero como el sabor irresistible de las patatas de un guiso cocinado el día anterior, cuando ya han cogido todo el sabor posible.


Otro objetivo es dar las gracias, “que algo de nuestro negocio vuelva a la sociedad porque, al final, vivimos gracias a la gente que vienen a nuestro negocio”, destaca Triay.

 

Ayudar no cuesta nada


Sin embargo, por encima de todo, su mirada se posa en los nadie de la vida, la gente en situación de calle, la que no llega a fin de mes, la que el 22 de diciembre celebra, si tiene ánimo, el día de la salud y no una lluvia de euros recibidos en el banco. 

 

Y aquí es donde entra la Cocina Económica, ese lugar de la calle Socorro donde “hacen una labor alucinante, todos los días, es un esfuerzo titánico y me parece brutal” indica Méndez que añade “qué menos que ayudar, no cuesta nada”.


Esa labor de ayuda debería “ser obligatoria para todos en algún momento porque somos afortunados, pero de un día para otro te puedes ver así, en la calle o sin llegar a fin de mes”, subraya Triay. 

 

De momento empiezan con un paso pequeño, tapas de pasta con verduras –alimentos cedidos por La Bulanxerí y Os Biosbardos, servidos en platos biodegradables de Pratos Rotos– cuyos beneficios de venta se destinarán a la entidad benéfica.


Pancomido nace con la voluntad de tener lugar una vez al año y, por supuesto, con que la ciudadanía “se empape de la idea y la haga suya” dice Triay. 

 

Buen provecho y brinden por los nadie y por Manu y Moncho, que un día decidieron que debían ponerles cara ante la sociedad. 

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