Más de 800 asistentes son la mejor prueba de poderío, enjundia e importancia del XXII Congreso Nacional y II Internacional de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Anpir, que ayer vivió su pistoletazo de salida en Palexco. Expertos de nuestro país y de prestigio mundial debaten durante tres días sobre las necesidades, retos, lugares comunes, casos concretos y soluciones en materia de salud mental.
Tanto la capacidad de movilización como el lenguaje empleado, así como la superación social de estigmas sobre los que se ha incidido para evitar tropezar en los mismos errores ponen de manifiesto que la salud mental ha abandonado su refugio debajo de la alfombra social para situarse en el centro del debate. Y, si el perfil de los asistentes también tiene una segunda lectura, está tatuado a fuego en las necesidades de los sectores más jóvenes de la pirámide poblacional.
A Coruña y Palexco fueron por primera vez en casi un cuarto de siglo el epicentro de uno de los congresos más consolidados, así como la referencia en su campo. Hicieron los honores en el acto inaugural el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña; el presidente de Sepc-Anpir, Javier Prado; la decana del Colegio Oficial de la Psicología de Galicia, María Rosa Álvarez, así como el gerente del Chuac, Luis Verde.
Las posibilidades del escenario permitieron la programación de varios actos y enfoques distintos a la misma hora, aunque el hilo conductor común pasa por el carácter de homenaje que se le ha dado en esta edición al cuarto de siglo de la especialidad de psicología clínica en España. “La creación de la especialidad supuso un salto cualitativo en la calidad de la asistencia, desbordó los marcos de la disciplina”, según señaló Xacobe Fernández, presidente del comité organizador.
Medios de comunicación
A lo largo de toda la jornada se hizo incidencia sobre la importancia de escoger las palabras adecuadas a la hora de afrontar, tratar y asistir, lo que directamente implica en la ecuación al cómo y de qué forma es abordada la realidad desde los medios de comunicación. De hecho, fueron protagonistas del cierre y apelados bajo la necesidad de matrimonio entre psicología y periodismo.
El dato, el caso y la mirada al otro lado de la narrativa fueron las tres formas de desarrollar el matrimonio entre salud mental y periodismo, ‘despenalizado’ socialmente de forma relativamente reciente.
Ángela Bernardo, de la plataforma Civio y premiada mejor periodista científica de Europa en 2022, metió el bisturí en una comparativa a nivel europeo que está a disposición de todos como servicio público y sustento a la divulgación informativa. Por su parte, Laura Hijón, profesional de Radio Nacional de España, relató el viaje personal hasta su espacio temático en las ondas para recordar los estigmas superados. Entre medias, subrayó la importancia de escoger las palabras, la música y el lenguaje adecuados. Nievas Salinas, de El Periódico de España, se preguntó por la salud mental de los propios periodistas.