La historia de crecimiento y éxito desde unos modestos inicios a pie de calle hasta la consolidación de una cadena representan el paradigma del gran empresario que puede encontrarse en cualquier manual de autoayuda. Sin embargo, y a pesar de cumplir con todos y cada uno de los puntos para protagonizar estudios y perfiles de emprendedores, los representantes de Calzados Yolanda jamás han mirado más allá de los límites del puente de A Pasaxe, al menos en lo que a representación física se refiere. Hoy la empresa, tan familiar como el primer día, se encuentra en plena celebración de sus Bodas de Oro con un legado y una salud a prueba de crisis: ocho tiendas en A Coruña, una central de exportaciones cada vez a mayor ritmo a través de la red y la gerencia todavía con el mismo ADN en la sangre. Si hay alguien que sepa lo que es ponerse en los zapatos de sus propios convecinos esos son los responsables de Yolanda.   

Lucía García Monteagudo, nieta del fundador José Montagudo y sobrina de la ya indisociable Yolanda, es la encargada de gertionar todo. Asume como válido el título de gerente, aunque en la práctica es, junto a su primo Javier, la que continúa la tradición familiar. “Somos cinco nietos, de los cuales seguimos dos y mi prima Blanca a veces, el resto no quiere saber nada”, reconoce. “Trabajar en una tienda familiar no es fácil, cualquier problema que tienes se convierte en un problema familiar”, añade.  

Apuesta decidida por la red
Desde la primera apertura en la actual avenida de Oza hasta las últimas inauguraciones en la calle de Teresa Herrera y el centro comercial Cuatro Caminos, Calzados Yolanda se ha instalado en las diferentes realidades de la ciudad, consciente de que A Coruña es sinónimo de barrios y cada uno de ellos representan un relato y un perfil de cliente. “Somos una tienda de precio medio o medio alto, pero con tiendas más económicas, como las de Os Mallos o la calle Barcelona”, explica García.  

El puente entre tradición y futuro lo ilustra la reciente actuación de mejora sobre la tienda en la que empezó todo, pero también la creciente inversión en internet, donde Calzados Yolanda ha traspasado fronteras, en el sentido literal de la expresión. “A día de hoy,  el negocio online es la tienda más grande, factura como una más y lleva mucho trabajo y mucho dinero”, dice la gerente de la gran cadena coruñesa del calzado. 
Si las tiendas de la ciudad dan trabajo a 28 personas y ofrecen 1.200 referencias de productos, la red multiplica la oferta y mantiene ejemplares de otras temporadas. Eso sí, la distribución sigue siendo cosa de la casa. “Hemos tenido ofertas de Amazon para vender en su plataforma, pero preferimos no hacerlo, porque explotan bastante a sus clientes”, confiesa García Monteagudo, que incluso ha tenido que poner límites a la red de distribución. “Vendemos para toda la Península y Baleares, así como al Portugal peninsular, pero tenemos muchos clientes que nos han preguntado si mandamos a las Azores. Hasta ahí ya no”, añade sobre un concepto cuyo objetivo es que nada se vaya de las manos. Curiosamente, y sin una explicación aparente, el País Vasco se ha convertido en el gran demandante online de Calzados Yolanda. Los productos favoritos, ya sea de forma presencial o virtual, siguen las tendencias globales y son los zapatos Birkenstock y las zapatillas Skechers. 

La intención es que dentro de 50 años alguien de la familia Monteagudo explique las claves de un siglo de vida como negocio. El camino hasta allí pasa, según la actual gerencia, por la red sin perder de vista la tradición. “Los próximos 50 años queremos consolidar e invertir en las tiendas que ya tenemos, pero sobre todo invertir muchísimo en la tienda online, en todo lo nuevo que hay”, finaliza García Monteagudo. l