Reportaje | La hostelería de A Coruña incorpora el braille como lengua oficial

Reportaje | La hostelería de A Coruña incorpora el braille como lengua oficial
El padre de Emily, la pequeña, la propietaria de Bendito Café y la madre de la niña analizan la carta | GEMMA MARTÍNEZ

El constante crecimiento turístico de la ciudad, en buena medida de la mano de la oferta hostelera, ha provocado que entre los requisitos laborales, y también en los servicios adicionales al cliente, se encuentren los idiomas. Deforma inconsciente se obvia, no obstante, el lenguaje más necesario para una parte de la población sobre la que se antoja fundamental arrojar luz: los invidentes. Sin embargo, el Bendito Café ha hecho honor a su nombre y ha tomado la pionera iniciativa de ofrecer su carta en braille para hacer del concepto inclusión una realidad. 


Situado en el número 64 de la calle Barcelona, desde febrero del pasado año la denominación responde en realidad al nuevo proyecto en el local de la histórica cafetería Internacional, la más antigua del barrio. Tampoco se trata de una aventura nueva para sus propietarios, quienes decidieron realizar un pequeño movimiento desde el próximo barrio de O Ventorrillo. 

 

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Emily lee la nueva carta de Bendito Café

 

 


Que la carta esté en braille es un paso al frente en inclusión que responde por un lado a la ya habitual vocación social de su propietaria, Mila Salgado, y por otro al cariño hacia Emily, una clienta habitual de sólo 8 años a la que desde la gerencia se apostó por hacer la vida más fácil. “A través de sus ojos, Emily se nos ha abierto un mundo que no conocíamos”, reconoce Salgado. “Veíamos cómo se comunicaba, cómo se desarrollaba y decidimos ayudar, porque al final uno es lo que refleja en los demás, y no lo que cree que es”, añade Salgado, especialmente sensibilizada con una cuestión que ya le tocó de cerca en su anterior etapa en O Ventorrillo. “Teníamos otro cliente invidente que venía con su perro, y para ser curioso uno tiene que conocer otros mundos”, explica la propietaria del establecimiento. 


Cadena de favores 
Bendito Café sería una localización ideal para la película de Mimi Leder ‘Cadena de favores’, basada en pequeñas ayudas dentro de una comunidad. Y es que Emily activó un sistema de comunicaciones que convierte en la calle Barcelona en un paradigma de convivencia entre vecinos, comerciantes y hosteleros: su madre regenta una peluquería cercana y la gestión de la nueva carta la realizó Juani, vendedora de cupones en la zona, que se encargó de la gestión a través de la ONCE. 


Carolina, peluquera de profesión, se muestra encantada con el nuevo mundo que se le abre a su hija y espera que sea en realidad el primero de muchos pasos en esa dirección. “Se trata, sobre todo, de que la hostelería esté también a su alcance; se habla mucho de inclusión, pero tiene que ser algo real y no solamente por ella, sino por muchísimos que la necesitan”, advierte. “La niña está que alucina, porque a los sitios suele ir con su padre para poder escoger su menú”, añade. Y es que algo tan simple como con qué poder acompañar su bebida favorita, un Trina de Naranja, es algo que Emily ya puede elegir de manera autónoma. 

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