Repsol estudia crear en la refinería de Bens uno de sus polos de fabricación de biocombustibles

En solo un año, la materia prima ‘bio’ utilizada en el complejo ha pasado de 195.000 a 225.000 toneladas
Repsol estudia crear en la refinería de  Bens uno de sus  polos de fabricación de biocombustibles
Imagen panorámica del complejo petroquímico de Repsol en Bens | Quintana

El futuro es verde y hay que adaptarse a él. Con ese pensamiento en mente, Repsol está estudiando el desarrollo de sus infraestructuras, y ya analiza instalar en la refinería de Bens una planta para la producción exclusiva de combustible renovable. La multinacional anunció ayer varias iniciativas de producción de combustible bajas en carbono con la idea de reforzar su competitividad y la de A Coruña podría convertirse en un ‘polo multienergético’ capaz de generar productos de baja, neutra o negativa huella de carbono. Todo depende de cómo avance el marco regulatorio que, por el momento, solo exige que el combustible tenga un 10% de material reciclado.


Desde aceites de cocina hasta biomasa o residuos procedentes de la agricultura y la ganadería, se aprovecha hasta el último recurso para posibilitar unos carburantes  ecológicos. Pero los de cocina son los más complicados. En A Coruña, el tratamiento de los residuos con este fin comenzó en 2021 con pruebas que empleaban el aceite de fritura. El complejo industrial herculino utilizó en 2022 más de 195.000 toneladas de “materia prima bio” de distintos tipos para la fabricación para combustibles renovables. Un año después, la cifra subió a 225.000 toneladas, lo que supone un 15%. 
 

Hay que tener en cuenta que la planta petroquímica produce cinco millones de toneladas de distinto productos, aunque solo una parte corresponde al biocombustible, puesto que exporta una gran cantidad de material al extranjero, donde las normativas son distintas. Aproximadamente, más de dos millones de toneladas son de combustible para la movilidad en España. Es decir, con un 10% ‘bio’.
 

Además, en diciembre, anunció la instalación de 176 puntos de recogida en sus estaciones de servicio. El material lo recogerán Mulleres Colleteiras, una iniciativa pionera que comenzó en A Coruña y que no ha dejado de expandirse. Ahora, gracias a esta iniciativa, operarán a nivel gallego. En noviembre, ya había inaugurado la primera estación de servicio con combustible renovable 100% en Galicia en Coirós, en el kilómetro 558 (margen izquierdo) de la A-6. Al acabar el año, se estimaba que tendría cincuenta estaciones de servicio que ofrecerían combustibles renovable que puede usar un vehículo convencional. 
 

Hidrógeno verde 

Por otro lado, Repsol también apuesta por el hidrógeno verde y se ha aliado con Naturgy y Reganosa para desarrollar una planta de electrólisis alimentada con energía 100% renovable en los terrenos de la antigua central térmica de Meirama, en el municipio de Cerceda. La instalación de hidrógeno renovable tendrá una potencia inicial de 30 megavatios, escalable en distintas fases hasta un potencial total de 200 megavatios. Producirá más de 4.000 toneladas de hidrógeno renovable al año en una primera fase y alcanzará una producción total de 30.000 toneladas anuales. 
 

Este combustible se destinará a uso industrial para sustituir el hidrógeno convencional que actualmente utiliza la refinería de Repsol en A Coruña. También se empleará en otras industrias, en la inyección en la red gasista para ser mezclado con gas natural y en movilidad. Todos estos usos permitirán reducir la huella de carbono de la zona y demostrar la viabilidad de la producción masiva de hidrógeno renovable y de su distribución al consumidor final. Para Tomás Malango, director de Hidrógeno de la compañía, “este proyecto forma parte de la estrategia de Repsol en Galicia y supone un hito”. 

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