Podía haber acabado en tragedia, pero finalmente quedó como la historia más rocambolesca sucedida en A Coruña en lo que va de año: un joven de 19 años estuvo a punto de morir cuando regresó a casa de madrugada y descubrió que se había dejado las llaves . Para no despertar a su madre, decidió descolgarse por una ventana: el resultado fue una caída de cinco pisos por el patio de luces, de la que salió milagrosamente ileso.

Según explican fuentes municipales, el incidente se produjo pasadas las cinco y media de la madrugada, en una comunidad de vecinos de la calle de Mauricio Farra, en Monte Alto. El joven regresaba de madrugada (aunque las fuentes consultadas no pueden especificar si estaba borracho o no) y se encontraba frente al portal cuando descubrió que se había olvidado las llaves. 
 

Ágil y despistado 

Ante esta situación, el interfecto decidió, en vez de llamar por el telefonillo a su madre, y despertarla (y quizá arriesgarse a una regañina) era mejor despertar al vecino del quinto para que le dejara descolgarse por la ventana hasta su casa, que se encontraba debajo. El vecino accedió, lo que puede resultar extraño por lo disparatado de la idea, pero el joven alegó después a las autoridades que no era la primera vez que lo hacía. Obviamente, compensaba su tendencia al despiste con agilidad.
 

Sea por una torpeza, o porque no se encontraba en condiciones, el caso es que esta vez la acrobacia que había ensayado en otras ocasiones no salió bien: resbaló y cayó a plomo desde cinco pisos de altura hasta el fondo del patio de luces. En su trayectoria, el joven se golpeó contra varios tendales, lo que sin duda ayudó a frenar un poco la velocidad, y arrancó de cuajo tres.
 

Cuando se incorporó, resultó que apenas habría sufrido heridas, excepto por unas contusiones. Llamó al vecino del entresuelo, que le abrió sorprendido, y salió a la calle. Allí le esperaban agentes del 092, que habían sido alertados de lo que ocurría, y que le trasladaron al Hospital. Y, por supuesto, llamaron a su madre. l