Después de semanas de apariciones diarias, la ausencia de jabalíes resulta extraña para los coruñeses, que se preguntan a dónde han ido a parar los cerdos salvajes que recorrían la ciudad destrozando los parques y jardines para devorar los gusanos que se ocultaban en el césped. El caso es que las autoridades parecen haber dado por concluido el problema y ya han retirado las seis jaulas trampa que habían instalado en la zona de Elviña. Por lo menos, hasta que vuelva a surgir un problema con los jabalíes.
Según fuentes de Medio Ambiente, las jaulas se retiraron la semana pasada después de que los técnicos de las dos administraciones implicadas (Xunta y Ayuntamiento) alcanzaran un consenso. Desde Medio Ambiente aseguran que esto ocurrió poco después de que se capturara a tres jabalíes en el recinto de la Escola de Imaxe e Son de Someso.
Esto ocurrió poco después de que ambas administraciones firmaran un protocolo para capturar a los animales. El acuerdo viene a decir que la Xunta proporciona tanto ayuda técnica como el material, mientras que es el Ayuntamiento el que se encarga de determinar la localización de las trampas. El acuerdo se mantiene en vigor todavía, y fue lo que permitió colocar las trampas después de semanas de desencuentros entre ambas administraciones.
El fin de la piara de jabalíes que había estado rondando por la ciudad tuvo lugar el 11 de noviembre: La Policía Local cerró las puertas del centro y agentes medioambientales los atraparon con redes y lazos y luego procedieron a eliminarlos con una pistola de sacrificio en el mismo lugar de forma instantánea. Posteriormente, los cadáveres fueron trasladados al Centro de Faunas Salvaje de Oleiros donde dispusieron de ellos, según fuentes de la Xunta.
Fue un episodio un tanto dramático y molestó a muchos coruñeses que, al parecer, se habían encariñado con los animales. Sin duda, la Xunta habría preferido eliminarlos de forma más discreta, pero no tuvo más remedio que aprovechar la ocasión. Las jaulas trampas instaladas así en la semana anterior en el entorno de San Vicente de Elviña resultaron innecesarias.
La aparición de uno o (según algunas fuentes) dos jabalíes en Novo Mesoiro pocos días después del suceso de Someso reactivó la alarma sobre estos animales salvajes. Sin embargo, no se han vuelto a avistar y no resulta extraño que aparezcan ejemplares por las zonas más periféricas de la ciudad, como A Zapateira.
Para las autoridades, si los jabalíes no se pasean por el centro, no suponen un verdadero problema. Todo parece haber acabado, pero solo es un respiro. El fenómeno de la fauna salvaje invadiendo zonas urbanas persiste y solo es cuestión de tiempo que nuevas piaras recorran las calles coruñesas.