La ronda de Nelle estuvo marcada durante años por la tensión que generaba la presencia de un edificio okupado al completo. El número 120 protagonizó noticias decenas de veces: peleas, detenciones, manifestaciones, labores de desinfección, caídas de cristales a la vía pública y, por último, un incendio que obligó a desalojar y tapiar el inmueble. El fuego que terminó con este “calvario” para los residentes de la zona se produjo el 17 de junio, hace ahora siete meses. Atrás quedaban más de diez años de okupación en las veinte viviendas del edificio.
En la actualidad, “el barrio no se parece a lo que se había convertido”, explica el presidente de la asociación vecinal de la plaza del Comercio, Valentín Cuñarro. Hasta hace siete meses, relata, “a partir de las 22.00 horas no podías andar por esa zona, porque se juntaba una camarilla y había peleas. Era raro que no te parasen para decirte algo”. La situación llegó a afectar incluso al mercado inmobiliario: varias personas ‘malvendieron’ sus pisos con tal de irse de allí. “Ahora se arrepienten, pero la desesperación era enorme”, comenta.
“Todo ha cambiado de forma abismal”, añade, y es que “ya no se habla de robos, ni amenazas, ni nada; la gente que vivía en ese edificio te amenazaba porque pensaban que, si mirabas para allí, habías llamado a la policía. Incluso si te veían asomado a la ventana, ya pensaban que vigilabas”, sostiene el presidente de la entidad de vecinos.
En febrero de 2024, mientras se llevaba a cabo la concentración vecinal en Monte Alto frente a un narcopiso, fuentes policiales llegaron a reconocer incluso que el edificio de la ronda de Nelle supondría, a la larga, el mayor problema de la ciudad. El Ayuntamiento había notificado en octubre de 2023 a la propiedad, una vez más, para que tomase medidas en el 120. La notificación llegó por aquel entonces a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) tras haberse intentado, sin efecto, comunicarlo de forma personal al no haber recogido los avisos previamente enviados. Se trataba de la enésima notificación.
El incendio que se produjo el pasado 17 de junio acabó con el problema de una forma muy brusca e inesperada. Se permitió a los okupas entrar para llevarse sus pertenencias tras el fuego, pero a las pocas horas se tapiaron los accesos al inmueble de diez plantas porque era inhabitable. El edificio fue el domicilio de nada menos que de 82 personas, según el último censo, realizado en el año 2024.
En el 120 de la ronda de Nelle, la violencia estaba a la orden del día, pero entre las docenas de personas que residían allí se encontraban individuos que simplemente se hallaban en una situación precaria, que obtenían sus ingresos de subsidios o de la mendicidad.