Con 19 años encarnó al liberal Juan Díaz Porlier en la obra ‘Porlier en Pastoriza’ y con 21 se convirtió en el irreverente Roi de la serie de Netflix ‘El desorden que dejas’, además de protagonizar en 2020 una de las historias del anuncio de la Lotería Nacional. Desde entonces Roque Ruiz (Arteixo, 1999) no ha parado de trabajar y ha participado en proyectos como ‘Días mejores’, ‘A lei de Santos’ o ‘El pueblo’. Su último papel es el de Morales en ‘Muertos SL’, la nueva serie de Movistar Plus y cuyos dos primeros capítulos se estrenaron ayer.
Un ascenso meteórico, el suyo. ¿Cómo ha vivido esta vorágine de proyectos audiovisuales?
Todo empieza a raíz de ese golpe de suerte para mí que ha sido ‘El desorden que dejas’. No lo puedo decir de otra manera, fue un proyecto con una magnitud muy heavy, me vi ahí con actrices como Bárbara Lennie o Inma Cuesta y eso ya te da una visibilidad. Si no te da trabajo, te da oportunidades de que te vean y eso, sumado a que también me lo he currado mucho, es lo que me ha posibilitado esto. A raíz de trabajar en ‘El pueblo’ con los Caballero [Alberto y Laura], tuvimos ‘feeling’ y me cayó este personaje de ‘Muertos SL’. No hice ni prueba, me dijeron directamente que querían contar conmigo y eso ha sido un regalazo, una muestra de confianza grandísima, y espero estar a la altura.
¿Qué destacaría de Morales?
Bueno, que es muy peculiar. Es un tío que quiere encajar, que tiene muy buenas intenciones y se esfuerza mucho, pero o tiene TDA o falta de capacidades o aptitudes, porque todo le queda un poco grande. Y eso, sumado al contraste que supone tener un jefe tirano, resulta muy gracioso. Soy un perro faldero, básicamente, pero es verdad que le pongo muchas ganas a todo.
¿Siempre quiso vivir de esto?
La verdad es que no, no siempre he querido dedicarme a esto, a veces me da un poco de no sé qué decirlo porque con este tipo de profesiones está muy presente la narrativa del sueño, de ‘siempre he soñado con esto’. Yo siempre he hecho teatro y siempre me ha gustado muchísimo, pero me han gustado otras cosas como la música o el deporte, de hecho casi estudio INEF. No siempre he querido dedicarme a la interpretación pero ahora sí y eso es lo que importa realmente.
Tiene también una faceta musical y se le ha visto tocando en Repibeach, en Arteixo.
Sí, tenía un proyecto que se llama Roce con un amigo de Arteixo, César Ferreiro, que es un guitarrista que te matas, y mi chica, Laura Calvo, también canta y hemos tocado por Madrid, en la calle y en algún garito. Trato de compatibilizar las dos facetas pero no siempre es fácil porque ambas requieren mucha energía y atención. Estoy aprendiendo a darle el sitio que merece a cada pasión.
¿Se escapa a su Loureda natal cuando puede?
Ahora mismo estoy yendo a Galicia principalmente por el médico, que me voy a operar porque respiro mal, pero subo a casa cada tanto. Lo echo de menos porque allí tengo la casa de mis padres, tengo a mi abuela, a mis amigos y el mar, pero la verdad es que estoy descubriendo Madrid, que es una ciudad con un ritmo bastante exigente pero que de momento tiene cosas que ofrecerme. Hay oferta cultural, tengo amigos y estoy cómodo, pero es muy cara, la gente de Arteixo o A Coruña no sabe lo bien que vive y lo que cunde el dinero allí.
En su profesión hay que ahorrar para cuando escasean los papeles.
Totalmente, hay que ser muy inteligente con el estilo de vida que uno lleva para poderse mantener.
¿Con quién querría trabajar?
Enric Auquer, Eduard Fernández, Carmen Machi, Lola Dueñas, Javier Bardem, Penélope Cruz... ¡con tantos!