Rosa Sánchez, una de las sirenas de O Parrote: “Nuestra historia es la historia de A Coruña”

Un grupo de vecinas de la zona y usuarias de La Solana se baña en esas aguas desde hace años
Rosa Sánchez, una de las sirenas de O Parrote: “Nuestra historia es la historia de A Coruña”
Rosa Sánchez, en la zona de baño de las sirenas de O Parrote | Quintana

Quizá la sirena urbana más famosa del mundo sea la de Copenhague, pero hace muchos años que en A Coruña le ha salido competencia. Con la diferencia de que, en la urbe herculina, estas están vivas y coleando: se trata de las sirenas de O Parrote, un conjunto de usuarias de La Solana y vecinas –aunque también hay algún hombre– de la zona que, desde que tienen uso de razón, llevan acudiendo al paseo para bañarse contra viento, marea y un vaivén de dificultades administrativas que, no obstante, nunca les han impedido darse un chapuzón.


“Nuestra historia es la historia de A Coruña”, asegura Rosa Sánchez, una de las integrantes de este curioso grupo. Y lo es así porque, explica, han ido acompañando el desarrollo de la zona con sus baños, independientemente de la forma en que pudieran llevarlos a cabo. “Algunas, las más mayores, ya se bañaban en la playa que había allí antiguamente. Yo era una niña cuando se empezó a rellenar la zona y a ganarle terreno al mar”, comenta. “Los usuarios de La Solana y vecinos de la zona fuimos adaptándonos a la situación, y seguimos yendo a pesar de los cambios”, recuerda.


Rosa cumple 69 años la semana que viene. En su caso, cuando trabajaba solo acudía los fines de semana, pero desde hace años va todos los días, casi siempre acompañada de su amiga Pilar Sánchez, de 70.  “Salvo que haya temporal o granizo”, especifica. Maribel, de 82 años, a la que llaman ‘Sirena Madre’, acude todos los días excepto en invierno.

 

Una trayectoria accidentada

El colectivo saltó mayormente a la luz en 2019, cuando el Ayuntamiento prohibió el baño. “Nos decían que no nos podíamos bañar porque es una zona del puerto, donde tampoco se puede pescar. Además decían que era peligroso, que la gente se alejaba mucho de la orilla... Pusieron la venda antes que la herida”, manifiesta. Ella y Pilar organizaron una recogida de firmas para tratar de revocar la situación y llevar el debate al pleno del Ayuntamiento, algo que finalmente consiguieron. 


Y llamaron la atención de los medios: “El nombre surgió porque entonces me llamó un periodista para hacer una noticia, y le dije de broma que éramos como sirenas de piscifactoría. Lo puso en la noticia y nos hizo gracia, así que terminamos adoptando el nombre”. “Hasta tenemos un grupo de WhatsApp, que se llama ‘Abarrote en el Parrote’, para avisar cuando vamos”, explica.


Otra dificultad que han atravesado a lo largo de los años son los comentarios sobre la supuesta contaminación de las aguas de la zona. Un tema sobre el que se muestra tajante: “El agua no está contaminada”. “Cuando nos reuníamos con el Ayuntamiento, siempre les decía lo mismo: yo me baño todos los días allí, si fuera verdad que está contaminada se me caería la piel a cachos, y no es el caso”, dice. De hecho, sostiene que sucede al contrario: “Aquello es una fuente de vida. Una vez mi marido se encontró un caballito de mar. Donde hay esos animales es porque el agua está limpia del todo”.


En ese sentido, Sánchez aboga por poner la zona de baño en valor. “Es una piscina natural increíble en plena ciudad. A Coruña tiene mucho litoral y muchas playas, pero es un lujo total tener una piscina así de segura y protegida en el centro de la ciudad, con el entorno que tiene”, reitera.  Unos argumentos que, parece, comparten el Ayuntamiento y la Xunta, al dar luz verde a la construcción de la plataforma de baño en la zona. Una infraestructura que, según responsables de la obra, debería terminarse alrededor del mes de septiembre. 


Pese a la victoria que supone para este colectivo, Sánchez asegura que la futura plataforma les provoca “dudas”. “Estamos un poco disgustadas porque no sabemos cómo va a ser. Va a haber muchísima gente y seguramente se descuide la limpieza”, opina. “Igual termina siendo una maravilla, ojalá, pero estamos pendientes de ver cómo acaba. ¿Que si nos vamos a seguir bañando? Por supuesto”, avanza. 

Rosa Sánchez, una de las sirenas de O Parrote: “Nuestra historia es la historia de A Coruña”

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