Sabina Urraca | “Esta es la historia de una persona perseguida por una maldición, es la mejor definición”

Sabina Urraca | “Esta es la historia de una persona perseguida por una maldición, es la mejor definición”
Sabina Urraca posa junto a un ejemplar de su última novela, ‘El celo’ | Patricia G. Fraga

Sabina Urraca (San Sebastián, 1984) ha aterrizado en A Coruña para presentar su última obra, ‘El celo’, una novela que huye de estereotipos sociales para abordar las violencias sociales, entre ellas la de género, la salud mental, los miedos, las supersticiones y los instintos animales que atraviesan al ser humano.

 

Se dice que ‘El celo’ representa su consagración definitiva...

Son siempre cosas que dicen los demás y te sientan bien. Parece que con consagración, me puedo tumbar un ratito y descansar hasta lo siguiente. Pero bueno, no sé hasta qué punto es así, supongo que hay que seguir.


Son palabras que dan un poco de miedo porque parece que alcanzas algo y que luego tienes que reafirmarlo en el siguiente libro. Cada vez que yo me siento a escribir un libro, un artículo, o un ensayo, esta sensación que me da muchísimo miedo y lo paso mal pero, al mismo tiempo, me parece buena porque es como si se renovase constantemente esta especie de inocencia ante la escritura. Ese abismo es como una cierta pureza.

¿Cómo definiría ‘El Celo’?
‘El celo’ es muy difícil de definir y yo odio las sinopsis, me cuesta mucho, mucho. Recuerdo escribir algunas cosas, y una fue “esta historia trata sobre los pies”. Después escribí “esta es la historia de un robo, de un saqueo” y otra vez escribí la que creo que es la más acertada y la que creo que más definiría al libro: “Esta es la historia de una persona perseguida por una maldición”.

 

¿Cómo nace este libro?
Pues varias cosas. Primero, yo tengo una perra, Murcia, vive conmigo y con mi pareja. La encontramos en Murcia en un polígono industrial (Murcia no es la Perra ni yo soy la Humana) de hecho nuestra historia es como una historia de amor fulgurante de principio a fin, no hemos tenido este desencuentro que tienen  la Perra y la Humana en algunos momentos. Pero la observación constante de su comportamiento me llevó a tomar notas de cosas que veía por el parque entre las personas y sus animales. Entraban en juego un montón de detalles que están en la novela como es la reflexión sobre la domesticación, sobre cómo percibimos la sexualidad de los animales, cómo los humanizamos.


Me interesaba el celo humano no solo como sexualidad sino haciéndolo extensible a la pulsión amorosa, las violencias que atraviesan las vidas de los seres humanos. Todas estas pulsiones animales que intentamos negar pero por las que vivimos arrastrados muchas veces: la envidia, los celos, el querer ser la más algo, aplastar al diferente, alejarlo, hacerlo desaparecer o unirse contra él para fortalecerse en la manada.

 

Una novela, dicen, “sobre el miedo a nombrar”. Explíqueme esto…
Cuando hablo de que este es un libro sobre una maldición que persigue a alguien, la maldición de esta persona es que no puede hablar de lo que le ha pasado, porque ha sido amenazada por su expareja y si habla algo malo caerá sobre ella. Ella le confiere a esta expareja un poder fuerte, un poder que le ha robado a ella.


Cuando hablo de que es la historia de un robo es que él le ha robado una sexualidad desbordante que ella tenía, un control sobre su cuerpo. 


Me interesaba crear este personaje muy fuerte de la Humana para dejar esta idea de que una mujer que vive una violencia de este tipo tiene que ser alguien con la autoestima minada, débil. Si encuentras a alguien que sabe dar con tus teclas correctas te puede desactivar.

 

Habla de violencia de género en la obra. ¿Serviría como espejo?
No escribo con voluntad de reflejar una realidad social. Si hay alguna voluntad en el libro dentro de la temática de la violencia de género es alejarnos de cualquier estereotipo porque hacen mal y no dejan campo para contemplar todo tipo de situaciones. Mi voluntad es llevar a la gente a un universo distinto y a unos personajes que piensan distinto, que hacen cosas que ellos nunca harían. Me gustaría pensar que el lector acompaña a mis personajes a pesar de que no son ellos ni se sienten identificados.

 

¿Cuida la Humana a la Perra como le gustaría que la cuidasen?
Es una relación compleja. Hay cierta voluntad en la Humana de no domesticación, porque ella ha sido domesticada por alguien, ha pertenecido a alguien. No quiere considerar a la Perra suya porque le provoca ese recuerdo de lo que le ha pasado. Pero inevitablemente la Perra se empieza a transformar en una especie de sostén de la Humana. Al final la Humana se doblega a una domesticación para que la Perra pueda vivir con ella. Hay grandes momentos de amor, ternura, necesidad y grandes momentos en los que la Humana huye de ese amor porque le resulta castrador.

Sabina Urraca | “Esta es la historia de una persona perseguida por una maldición, es la mejor definición”

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