Continúa la serie de ‘Curiosidades coruñesas’, que con esta ya suma 23 entregas
En 15 de mayo de 1751, el Concejo da cuenta que, hallándose entendido del desorden que se experimenta en los pueblos de ese reino, con motivo de salir de ellos todos los años, gran número de mujeres de todas clases, las que con pretexto de la siega, se incorporan con las cuadrillas de hombres que vienen a Castilla a emplearse en la recogida de los frutos, de que resultan malísimas consecuencias y ofensas a Dios, por estar y recogerse juntos por las noches hasta que llega el caso de retirada a su tierra y que no obstante, de las providencias dadas en este asunto, por el acuerdo de la Audiencia de ese reino, no se ha conseguido el fin de contener la salida de mujeres, siendo conveniente aplicar remedio a la perjudicial costumbre. Prevengo a las Justicias de los pueblos del partido de cada Corregimiento, notifiquen a capataces o mayorales de las cuadrillas de hombres que salgan, para venir a Castilla a la siega que, bajo pena de seis años de presidio en África, no consientan ni traigan en su compañía mujeres algunas aunque sea propia, hermanas o parientas y las referidas justicias lo impidan con el mayor cuidado sin disimular la menor convención de esta providencia, de cualquier omisión que tengan, han de ser responsables y estará muy atento, si se preserva y cumple para darme cuenta a fin de hacerlo presente a Su Majestad.
En cumplimiento de lo que mando, dará las ordenes a este Corregimiento para su más exacta observación.
En un comunicado del 2 de abril de 1759, dado en La Coruña sobre el cuidado de los Pueblos de esta Provincia, concurran con equidad al transporte de cantería desde el Monte dos Chaos, a la obra de la Cárcel Real. He dispuesto, sean relevados de aquel trabajo las Feligresías de Santa María de Celas, Santiago de Castelo, San Salvador de Orro y Santa María de Cambre. En su lugar, he nombrado, las de Pravio y Cela, San Berísimo de Oza, San Martín de Razo, Santa María de Trava, Santiago de Vilariño, San Salvador de Sofán y San Martín de Rutis.
Lo participo para que en la forma acostumbrada, disponga que sus diputados, no hagan en ellas otro comparto que embarace el curso de su destino que hoy se les da.
“En 30 de septiembre de 1759 esta Muy Noble y fidelísima ciudad de La Coruña de voz y voto en cortes. Hace saber a todos sus habitantes, vecinos, moradores y provincianos de cualquier calidad que sean, que en vista de Real orden de Su Majestad, la Reina Madre, nuestra señora Gobernadora de estos Reinos, su fecha 26 y 27 de Agosto, del presente año, tiene acordado levantar el Pendón, en la Proclamación del Rey nuestro señor Carlos Tercero (que Dios guarde) el sábado 13 de Octubre a la una de la tarde, el 14 y 15 del mismo mes, todos los vecinos y habitantes pongan y usen luminarias de noche en las ventanas y balcones de sus casas colgándolas de colgaduras decentes cuanto mejor puedan, la tarde del enunciado día 13 y que por la misma forma todos concurran desde la edad de 14 años arriba sin reserva personal. A la Plaza de Las Reales Casas Consistoriales (hoy en la Real Veeduría) a la hora de una de la tarde. El día 14 a las nueve de la mañana, vestidos de gala como les fuera posible, en manifestación de la lealtad que presente tuvieron y deben tener de sus señores Reyes, lo cual cumplan. Pena de 50 Ducados y quedar incursos en la Indignación de Su Majestad. Tomás García de Castro”. Es copia del original fijado y publicado en las Casas Consistoriales y otros en la Puerta Real, Plaza Nueva, San Jorge, Cantón Grande y Cantón Pequeño.
El concejo insta a los coruñeses a mostrar sus respetos de forma pública al rey Carlos III ornamentando sus ventanas y vistiendo sus mejores galas
El acompañamiento salió del siguiente modo: El oficial público (pregonero) delante, el clarinero y tras éste, dos tambores y dos pífanos, seguido de seis ministros y cuatro porteros, vestidos de Golilla, presidiendo a todos, el escribano de Ayuntamiento, Francisco Antonio Mellado, que lo es de número, excusando a Caetano Antonio de Ponte, que también lo es y más antiguo de Ayuntamiento, en medio, Manuel Fernández Blanco, procurador síndico General, detrás, una manga de granaderos con su sargento y cabo, todos con sus birretinas y bayonetas caladas, escribanos, porteros y ministros montados en sus caballos, de esta forma, todos salimos de las casas en que se celebran los Ayuntamientos a la Plaza Mayor, donde se ha publicado.
Bajando por la calle de las Damas, yendo a dar a la Alfataría, Tabernas, Cárcel Real, Plaza de Palacio, calle de Príncipe, Santo Domingo, Santa Bárbara, Herrerías, Puerta de Aires, Campo de San Roque, calle Panaderas, San Andrés. Dando la vuelta al crucero de Santa Catalina, bajando al cantón Pequeño, calle Real, Puerta Real, subiendo por la dicha calle de las Damas, a la Plaza Mayor, hasta retirarse a las casas donde se celebran los Ayuntamientos, dejando fijado en las partes señaladas. Se publicó a voz de dicho oficial público. A la salida asistimos en las mencionadas casas y se mantuvieron hasta que hemos vuelto los comisarios Diego Benito Somoza y Luis González Villamil. Para que conste, lo certifico y firmo, Tomas García de Castro.
Así se desarrollaron los actos para la proclamación del Rey Carlos III y los lugares por donde discurrió la comitiva, entre las calles Plaza Mayor, hoy la Plaza de Azcárraga, Alfataría, posiblemente sea la calle Santiago, Cárcel Real, en el Parrote, Plaza de Palacio, actual Plaza de la Constitución, Puerta de Aires, situada entre la Puerta Real y la muralla que subía por la hoy calle de Nuestra Señora del Rosario, a la altura del solar n 2 de dicha calle de Puerta de Aires, Campo de San Roque, hoy conocido como Campo de la Leña. Los demás siguen en uso.