El Barrio de Las Flores, uno de los más activos en lo que a medidas de protesta y reivindicación se refiere, es ahora mismo una zona satisfecha con las últimas actuaciones municipales. Y es que la celeridad con la que María Pita ha atendido las necesidades de las últimas semanas ha provocado que los mismos representantes que son capaces de iluminar árboles o amenazar con cortar calles muestren públicamente su agradecimiento y satisfacción cuando la gestión les sonríe. 

El último ejemplo es la barrera arquitectónica que supuso la colisión de lo que los vecinos creen un camión de la basura contra un muro de la calle de los Castaños. Los cascotes y piedras que caían de la maltrecha estructura se convirtieron casi en insalvables para una vecina ya de por sí con problemas de movilidad. “Hablamos con la Concejalía de Urbanismo y fueron muy atentos; tomaron nota de todo y van arreglarlo esta misma semana”, confiesa Caluxa Barrientos, presidenta de la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores. 

Incluso una vieja reivindicación como la poda de las zonas verdes y su mantenimiento es ya cosa del pasado. “Estamos encantados”, subraya la dirigente vecinal, que ha solicitado una reunión con la alcaldesa, Inés Rey.