El asfaltado de la calle Muíños de Abaixo fue el último motivo de satisfacción para los vecinos del barrio de Feáns, que en las últimas fechas vieron cómo buena parte de la zona recibía un lavado de cara en forma de actuaciones de distinta naturaleza.
Sin embargo, el caso de la vía de Muíños de Abaixo tenía para el presidente vecinal, José Ramón Cernadas, una índole de carácter personal que hizo que el propio dirigente pidiese que fuese ahí donde se dieran por terminadas las obras del barrio. “Es la calle donde se encuentra mi casa y pedí que la obra se realizase al final, porque si arreglan la tuya antes que las demás no queda demasiado bien y la gente protesta”, asegura.
No es la recién remozada calle una vía de tránsito denso, ni siquiera una de las principales arterias del barrio, pero sí que da servicio tanto a vecinos como a los que desean acceder al centro cívico. A las seis viviendas que se asientan sobre la misma se une el hecho de ser una vía de tránsito hacia las actividades culturales allí programadas. Aunque el asfaltado ya existía, Cernadas afirma que “estaba muy vieja”.
En el horizonte de la asociación vecinal de Feáns están ahora las mejoras precisamente en el final de ese trayecto de la calle: el centro cívico, aunque son conscientes de que se trata de una aspiración largoplacista y que resultará difícil ver resultados pronto. En ese sentido, el presidente José Ramón Cernadas invita a los residentes del barrio a votar en las reuniones para ajustarse mejor a las necesidades concretas y poder ser más precisos a la hora de realizar peticiones en las comunicaciones con el Ayuntamiento. Y es que, por ejemplo, el último Entroido municipal echó de menos la participación de Feáns y sus tradicionales comparsas y carrozas, algo que desde la asociación se achaca a la decreciente actividad vecinal.