‘Inconscientes’, ‘Tesis sobre un homicidio’, ‘Baraja. La firma del asesino’, ‘Feedback’, ‘Extinction’, ‘El Cuerpo’, ‘Un buen hombre’... podría parecer una lista de productos audiovisuales sin conexión aparente, pero en todas ellas resuenan notas coruñesas. En concreto, las del compositor herculino Sergio Moure de Oteyza. El próximo día 21, Netflix estrena una nueva serie con sello coruñés, ‘Clanes’, por un lado un nuevo producto de Vaca Films, por el otro, con banda sonora firmada, nuevamente, por Moure.

“Es mi cuarta colaboración con Netflix”, recuerda el compositor, que rememora que con Vaca Films lleva colaborando desde sus inicios. En esta ocasión, no dudó ni un momento en participar en la serie: “Me parece un proyecto alucinante, rápidamente dije que sí”.

“Tiene mucha acción, mucha adrenalina, mucho romance de los protagonistas, yo he intentando aportar ritmo, intensidad, tono emocional... eso es lo que suelo hacer”, apunta el coruñés, que asegura que esa es la función de una banda sonora, “siempre están para sumar, la música tiene que estar siempre razonada en una obra audiovisual, no puede estar simplemente para lucir”.

Familia cinéfila y melómana

Su vínculo con la música y el cine parecía algo a lo que estaba destinado. “Mis padres eran muy cinéfilos, muy melómanos los dos y me inculcaron mucho el amor por el cine y por la música”. Pero fue viendo ‘Hasta que llegó su hora’, de Sergio Leone, con música de Morricone, cuando algo hizo clic y se dio cuenta de que él quería hacer eso, “aunar las dos cosas, música y cine”.

Se fue a estudiar a Barcelona y allí empezó a colaborar con los centros de cine. Fue colaborando con cortometrajes, hasta que llegó la oportunidad de hacer la música de ‘Inconscientes’, de Joaquín Oristrell. Y fue llegar y besar el santo, porque recibió la nominación al Goya a mejor banda sonora. 

Fue una suerte de golpe de efecto para refrendar el camino por el que había optado. “El compositor de bandas sonoras es un corredor de fondo, tienes que ir lidiando hasta conseguir proyectos”, apunta, y añade con una sonrisa: “Como decía mi ingeniero, no dormimos nunca, o porque no tenemos trabajo o porque lo tenemos”.

Trabajar desde el guion

Reconoce que el trabajo se puede enfocar “de maneras muy diferentes”, pero en su caso, “reconozco que soy un compositor muy visual”. “Me gusta mucho trabajar desde el guion”, apunta.

Asegura que “suele haber libertad” a la hora de trabajar en este tipo de proyectos, pero que a él le gusta conocer a los directores, “tienes que conocerlos para entrar en su mundo estético”, por lo que “intento hacer ese trabajo de campo antes, para poder involucrarme en el microcosmos del director”.

Apunta que todavía hay dos corrientes, una que ve la música como algo que se “pone posteriormente”, pero otra, de creadores más jóvenes, que “la música la tienen como muy incorporada”, algo que también ve en el público actual. “El público de ahora es un público muy educado en la cultura anglosajona”, asegura y añade que, hoy en día, “no se concibe una película donde la música no esté ahí”.

Producciones locales

Moure pasó diez años en Barcelona y otros diez en Madrid. “Decían que en Barcelona se formaba uno y en Madrid se trabajaba”, comenta entre risas.

Por eso, el éxito de las productoras de aquí, como Vaca Films, lo ve como un orgullo. “Recuerdo cuando empezaban ellos aquí y todo el mundo les decía que se fueran, que qué hacían aquí, pero ellos resistieron, quisieron hacerlo desde Coruña y me parece encomiable porque lo han conseguido”, afirma. “Al principio eran Borja y Emma y han ido creciendo con su tesón y su trabajo, yo me siento muy orgulloso de haber estado con ellos desde el principio”, concluye Moure.