La normalidad regresó hoy por fin a la recogida de basura con el servicio de puerta a puerta. El Ayuntamiento anunció al recuperación de este servicio especial que se presta a hosteleros, comerciantes y polígonos industriales. Estos negocios generan una gran cantidad de cartón y plástico procedente de los embalajes, de manera que es necesario un servicio especial para evitar que se acumulen en la vía pública.
Precisamente los polígonos comerciales fueron una de las partes de la ciudad que más desperdicios se acumularon, aunque como no eran orgánicos, su retirada no era tan urgente. Además, desde hoy se recuperó la recogida de voluminosos y de aparatos electrónicos a través del 010. Si la llamada se realiza antes de las 13.00 horas, incluso se puede retirar el mismo día. Los principales puntos limpios, los de Los Rosales y Eirís, también están funcionando a pleno rendimiento, como lo hicieron durante todo el conflicto.
En cuanto a los establecimientos de hostelería, los negocios adscritos disponen de una doble agenda de tarde y noche para la retirada de los residuos. Los envases de vidrio por las mañanas de 10.0 a 13.00 horas lunes miércoles viernes y domingo, mientras que el papel y el cartón se retiran los días alternos a la misma hora. La concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, agradeció “tanto aos usuarios dos servizos especiais como á cidadanía en xeral a súa comprensión e colaboración durante as pasadas semanas”.
De esta manera se pone fin al último cabo suelto en una huelga que había desatado el comité de empresa de la concesionaria Prezero, y que había durado 46 días. Fue sin duda la protesta más larga de este servicio, y ha puesto a prueba al Ayuntamiento, que ha echado un pulso a STL, el sindicato que controla (todavía hoy día) el comité y que tantas veces había organizado protestas.
Lo habitual era que el Gobierno local cediera y le indicara a la concesionaria que aceptara por lo menos algunas reivindicaciones de los trabajadores, pero en esta ocasión la alcaldesa, Inés Rey, decidió plantarse y aguantar firme mientras la basura se acumulaba a toneladas en las calles y los contenedores ardían por las noches.
Mientras tanto, Prezero comenzaba a sancionar a los trabajadores que no cumplían con su labor fuera de las jornadas de huelga. El resultado es que hubo más de sesenta castigados, muchos por faltas muy graves, que conllevaron el despido. Entre ellos, Alfonso Seijo, presidente del comité de empresa, e incluso el secretario general de STL, Miguel Ángel Sánchez Fuentes, como se supo la semana pasada. Sánchez, muy cuestionado tras ser detenido por corrupción en febrero de año pasado, aseguró que la lucha continuaría en los tribunales, donde tienen numerosas causas pendientes contra la concesionaria.