Los técnicos municipales pudieron acceder ayer al número 25 de la calle Olmos que alberga los murales de Urbano Lugrís en peligro tras unos desprendimientos. Los técnicos pudieron conservar la integridad de la obra, pero aseguraron que será preciso realizar un informe detallado para conocer el estado exacto de las nueve piezas que se conservan.
El Ayuntamiento tenía citados ayer a los propietarios del edificio para que permitieran el acceso al edificio, aunque en semanas anteriores ya habían remitido imágenes de las obras. Desde María Pita aseguran que los propietarios mostraron su disposición a colaborar, facilitando el acceso siempre que sea necesario para realizar los estudios técnicos necesarios.
El informe que realicen los técnicos municipales permitirá saber el estado de conservación de las piezas, así como las necesidades precisas para su restauración y conservación.
Cabe recordar que el edificio albergaba antaño un local de hostelería, aunque lleva años cerrado. El pasado mes de noviembre el inmueble sufrió unos desprendimientos que alertó a vecinos y entidades culturales sobre el estado de las obras de Lugrís en el interior.
Una de esas entidades era la asociación O Mural, que en días pasados explicaban que uno de los peligros que corrían los murales eran las filtraciones de agua que podrían estar afectando a las obras.
Hace justo una semana, decenas de personas pedían acciones por parte de las administraciones para salvaguardar estas piezas artísticas para las que, pese a ser un bien catalogado, solicitan que se amplíe su protección y conservación declarándolas Bien de Interés Cultural (BIC), tal y como se hizo hace seis años con la ‘Vista da Coruña 1669’, también de Lugrís, que antaño decoraba la pared del antiguo local del Café Vecchio en la calle Real y que ahora luce en la sede de Abanca, también en la calle Olmos.
Precisamente ayer, se proclamó en el pleno de la Diputación de A Coruña, con todos los grupos a favor, una declaración institucional para la protección de los murales de Lugrís del número 25 de la calle Olmos.
La declaración destaca que, pese a la localización privilegiada del edificio, éste se encuentra “nun estado de abandono e deterioración que, entre outras incidencias, provoca filtracións de auga ao interior e tamén un derrubamento da parte da galería de madeira”.
En el pleno provincial se solicitó activar todas las medidas necesarias para asegurar su protección y conservación, y se ofreció colaboración con el Ayuntamiento para tal fin.