Algunos de los últimos episodios vividos en la ciudad invitan a los coruñeses a pensar si es lógico en esta época del año vivir jornadas con temperaturas que inviten a ir a la playa, o que durante escasa media hora la ciudad soporte precipitaciones torrenciales. Más aún, si en cosa de dos o tres horas se pasa de un cielo despejado y con buena temperatura, a una sorprendente e inesperada tormenta que en apenas diez minutos convirtió las carreteras de la urbe en canales más propios de Venecia. Aunque la lluvia en el mes de abril parece normal, ¿A Coruña cumple con la meteorología del refranero?
Para responder a la pregunta, que en este reportaje ceñiremos a los dichos primaverales, hay que utilizar otra expresión, esta vez más típica de Galicia: depende. Y es que si bien es cierto que la meteorología es cambiante, lo es más en una ciudad en la que, por su situación geográfica, el tiempo puede variar de la noche a la mañana.
Por ahora las aguas mil de abril sí están causando efecto en la ciudad, aunque no siempre es así. De hecho, si se tiene en cuenta la cantidad de lluvia que en un mes puede acumular la ciudad herculina, el refrán tendría que verse modificado: “En noviembre, aguas mil”. Y es que el undécimo mes del año es históricamente el más húmedo, seguido de diciembre, octubre, enero e, incluso, febrero. Abril sería, junto a marzo, el sexto en que más llueve, con una precipitación acumulada de unos 80 litros por metro cuadrado, lo que le caracteriza como un mes no especialmente lluvioso.
No obstante, es cierto que en los últimos años se han registrado varias tormentas en este período; la última, hace apenas unos días. Y no hay que irse tan lejos para ver una descarga eléctrica similar durante este mes en la ciudad: ocurrió el 18 de abril de 2020, y se formó en escasos veinte minutos en el interior de la comarca. A su llegada a A Coruña, en apenas media hora la estación de la Torre de Hércules de MeteoGalicia registró un total de 12,2 litros por metro cuadrado. Casi un año después –concretamente el 1 de abril– se formó otra tormenta parecida, aunque se registraron menos litros por metro cuadrado, unos 10. Así que, para ser precisos, el cuarto mes del año en A Coruña no es demasiado húmedo, aunque sí tormentoso. Si se adapta al refranero sería algo diferente: “En abril, tormentas mil”.
Otra de los refranes que hacen referencia al tiempo –y que es más acorde a la meteorología de la ciudad– es ‘hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo’. Esta expresión popular viene a decir que nunca es bueno fiarse de una racha prolongada de buen tiempo y, en este caso, calor. Y a la vista está, tras lo acontecido en los últimos días, en el que pasamos de la playa a las inundaciones en apenas unas horas.
Aunque mayo no suele ser un mes especialmente frío, sí que comparte con abril algún que otro episodio tormentoso que puede cortar los planes de playa en apenas minutos. El caso es que para el coruñés, ‘hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo’, y después tampoco. Y es que no es la primera vez que durante gran parte de los meses de verano se producen episodios de niebla o de nubes bajas, que causan una bajada de temperatura supuestamente poco acorde a la época del año en cuestión.
Así, se podría decir que el único refrán que se cumple con respecto a la meteorología sería algo como ‘más vale pecar de precavido que lamentar no haberlo sido’, y acordarse de llevar el sayo, por si acaso, hasta el ochenta o noventa de mayo. Es algo que saben bien los residentes en la urbe. Porque, aunque si bien es cierto que en A Coruña nunca se termina de acertar con la predicción, los más experimentados en la meteorología local son conscientes que ni en el mismo verano deben salir a la calle sin su chaqueta, por lo que pueda pasar.