El peligro que podría correr uno de los murales de Urbano Lugrís en la calle Olmos ha puesto en alerta a las entidades culturales, que solicitan de la Xunta que se declare dicha obra como Bien de Interés Cultural (BIC), para su adecuada conservación, protección y difusión.
No sería la primera obra pictórica que consigue esta catalogación, ya que precisamente otro mural de Lugrís, que conserva Abanca en su sede de la calle Olmos, la ‘Vista da Coruña 1669’, que en su día lució el interior del antiguo café Vecchio en la calle Real.
Existen otras dos obras pictóricas catalogadas como BIC en solitario. Una de ellas, la ‘Parella de galegos de Bergantiños’, de Fernando Álvarez de Sotomayor. La segunda es ‘El boyero castellano’, de Joaquín Sorolla. Ambas se incoaron como Bien de Interés Cultural en los 90 y ambos comparten espacio, ya que ambas están en el interior del Museo de Bellas Artes.
En la ciudad se cuentan tres obras pictóricas catalogadas en solitario: el mural de Lugrís de la sede de Abanca, 'El boyero castellano' de Sorolla y una pieza de Álvarez de Sotomayor
En el ámbito artístico, también son BIC las colecciones de obras Abanca y Afundación, que cuentan sus registros por miles y que integran piezas de múltiples creadores coruñeses, y de su área de influencia, como Alfonso Abelenda, Jorge Cabezas, Alberto Datas o María Antonia Dans, entre muchos otros.
Son más numerosos los conjuntos arquitectónicos declarados como BIC en la ciudad, que engloban hasta una quincena de elementos.
El más icónico es la Torre de Hércules, que al igual que la colegiata de Santa María, adquirieron la distinción a principios de los años 30.
Un poco más tarde se catalogaron como tal las ruínas del antiguo convento de San Francisco, a las que siguieron las murallas y el jardín de San Carlos, así como el complejo del Castro de Elviña.
En marzo de 1962, el por entonces ministro de Educación, Jesús Rubio García-Mina, nombraba como monumentos históricos y artísticos, ahora BIC, una serie de museos de toda la geografía española. En A Coruña, el elegido era el museo de Bellas Artes, que como se mencionaba cuenta en su interior con dos obras, una de Sorolla y otra de Álvarez de Sotomayor, que tienen la distinción por sí solas.
Ya en los años 70 se procedía a la protección de otros entornos como la plaza de Santa Bárbara, así como de las iglesias de Santiago y también la de San Jorge.
En los 80 se denominaba el conjunto histórico y artístico de la Ciudad Vieja y se catalogaba como monumento la Casa Paredes.
Desde la segunda mitad de los años 80, el Gobierno español catalogaba otras instituciones: el Archivo del Reino de Galicia, como archivo estatal; la biblioteca Miguel González Garcés; el castillo de San Antón; y el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt), en la categoría de museo estatal.
Cabe destacar que hay otro proceso de incoación como Bien de Interés Cultural abierto en la ciudad, que es el de la Casa Cornide.
El proceso dio comienzo en mayo del pasado 2021 y, según se estimaba en aquel momento, se esperaba que antes de mayo de este año se finalizase dicho expediente.