Un accidente dejó inoperativo el túnel de María Pita durante la mayor parte del día de ayer. El responsable fue el conductor de un autobús, que ignoró el gálibo y golpeó los conductos que albergan el cableado del túnel, dañando algunos sistemas. Los operarios estuvieron trabajando durante horas para reparar los desperfectos causados por el accidente, lo que obligó a cerrar el túnel al tráfico y no fue hasta diez horas después que se concluyeron los trabajos.
Alrededor de las 10.00 horas, un autobús que circulaba por el túnel de María Pita en dirección Atochas ignoró el gálibo (que tan solo es de 3,2 metros) y, en vez de desviarse hacia As Ánimas, siguió adelante. Rompió las conducciones del techo provocando que se desprendieran parte de las tuberías y el cable. Eso fue lo que obligó a la Policía Local a cortar el tráfico.
Según informó la Policía Local, el autobús era turístico y venía del puerto, donde acababa de dejar a sus pasajeros, de manera que cuando tuvo lugar el accidente solo estaba ocupado por el conductor. Este resultó ileso, aunque el autobús resultó bastante dañado en su parte superior. Pero, como no fue necesario llamar a una grúa, se pudo despejar el carril rápidamente. Aun así, el impacto había sido muy fuerte, y varios cables quedaron colgando a media altura sobre calzada, de ahí que fuera necesario cortar el tráfico.
Los primeros cálculos apuntaban a que la reparación duraría unas tres horas, durante las cuales la circulación se desviaría por Orillamar y por el ramal del túnel que da a As Ánimas. Pero, a medida que se realizaba el trabajo, comenzó a resultar evidente que el arreglo todavía requeriría más tiempo. Poco antes de las seis de la tarde se abrió el túnel en sentido Atochas-avenida del Puerto, pero hubo que esperar hasta las ocho y media de la tarde para que se abriera el otro sentido. De todos modos, la Policía Local asegura que no hubo ningún embotellamiento, aunque sí se registró una mayor densidad de circulación durante la hora punta.