La Policía Nacional había acudido ayer por la noche a las inmediaciones de parque de Santa Margarita para disolver una reyerta en la que estaban participando quince personas. Pero, al llegar, descubrieron que eran casi todos menores de edad, y que muchos parecían bajo los efectos de las drogas. Los adolescentes les rodearon y comenzaron a pegarles puñetazos, a empujarles y a insultaros. Uno de ellos intentó usar una pequeña barra metálica, según el sindicato policial SUP, que denuncia los hechos.
En el forcejeo, uno de ellos casi logró arrancar el chaleco antibalas a uno de los policías. Afortunadamente, enseguida acudieron más coches patrullas y se pudo restablecer el orden, pero los dos patrulleros que habían acudido al lugar presentaban algunas contusiones, hematomas y contracturas. Fueron atendidos y se les dio el alta enseguida.
Según el SUP (que ya ha anunciado que se personará como acusación particular contra los jóvenes), se repiten, con demasiada asiduidad, actuaciones complejas para los policías por la presencia, en los requerimientos, de menores bajo el efecto del alcohol o las drogas que, en un evidente estado de agitación, desobedecen y alteran la libre convivencia del resto de personas y en las que, la inferioridad numérica a la que se enfrentan las dotaciones de Seguridad Ciudadana, pone en peligro a los policías en servicio. En realidad, el sindicato considera que la falta de efectivos en labores de seguridad ciudadana es un problema grave y piden una revisión del Catálogo de Puestos de Trabajo.